La lesión de Vallejo abrió una puerta a la preocupación en el Real Zaragoza. No es una lesión más, como otras que pueden afectar al funcionamiento del equipo. Es la ausencia de un futbolista fundamental en el equipo, en calidad y concepto, en implicación y transmisión. Esa última carrera del capitán en Almería lo dejó herido junto al banquillo, como si hubiera recibido un balazo en la parte posterior de su pierna izquierda. Para el caso, en el club aragonés sentó como un tiro por la espalda conocer la rotura fibrilar en los isquiotibiales de uno de los pocos hombres fiables de la plantilla. No se dio a conocer el grado ni la duración de la recuperación, pero en ningún caso será inferior a un mes. Se supone, a la espera de que los plazos lo vayan confirmando, que estará en torno a las seis semanas.

La confirmación de la gravedad de la rotura fue acogida con cierta angustia en el club, como expresó Narcís Juliá por la mañana tras la presentación de Campins. "Me preocupa mucho. Vallejo es un jugador referente, no solo por sus cualidades como defensa, como central. Es el capitán. Es un tema muscular y un mínimo de baja vamos a tener". Aunque no sea grave, tal es la duración de la baja y las dudas con la situación física de Rubén y Mario que, inmediatamente, el club se puso a buscar un sustituto para el centro de la defensa. El director deportivo habló de un futbolista polivalente y lo encontró en Gijón. De allí llega hoy Alberto Guitián, un centrocampista reconvertido a central.

La realidad es que las lesiones siguen azotando al conjunto aragonés, que arrastra numerosísimos problemas físicos desde la pasada campaña. "Estamos con mucha desgracia y nos está golpeando mucho en la zona defensiva. Nos faltan los dos laterales derechos, Abraham en el izquierdo, ahora Vallejo... Son demasiados contratiempos. Es una baja muy sensible, de las más sensibles que podemos tener", concluyó Juliá, bien consciente de la importancia que tiene Vallejo, pese a sus 19 años, en este Zaragoza que el sábado será casi un desconocido en La Romareda.