David Navarro no quiso ayer hacer declaraciones sobre el tremendo codazo que propinó a Sapunaru. El central, reincidente en este tipo de jugadas que poco tienen que ver con las buenas prácticas en el fútbol --Burdisso, Ronaldo, Llorente o Messi lo saben-- guardó silencio, aunque sí dio explicaciones en su entorno, donde dejó claro que ni pidió perdón al lateral rumano tras el partido ni tenía pensado hacerlo, además de calificar como un lance del juego lo sucedido. En sus palabras tampoco hay, por el momento, ningún gesto de arrepentimiento por lo sucedido.

En la visión de David Navarro se incluyen, según sus explicaciones, los golpes que antes de esa jugada reciben él y Ballesteros de parte de Hélder Postiga. De hecho, el central valenciano se refiere más al delantero portugués que a Sapunaru, aunque fue al final el rumano el que se llevó el codazo cuando el reloj en La Romareda corría por el minuto 16.

Para David Navarro ese golpe a Sapu hay que incluirlo en el catálogo de lances de juego, de las cosas que pasan en un terreno y que se quedan ahí, como si de una simple pérdida de tiempo o de un error al despejar el balón se tratara. Ese código, del todo discutible, le lleva al jugador a aparcar lo sucedido con Sapunaru en La Romareda y a pensar ya en el siguiente partido.

Solo con el puñetazo que propinó tras el partido a Burdisso en un Valencia-Inter, donde la UEFA le metió siete meses de sanción, el central tuvo que pagar caro lo hecho sobre el césped. En las otras acciones el revuelo fue mayor cuando sucedió con el madridista Ronaldo esta temporada, con un codazo que le provocó una tremenda brecha, o con un pisotón en el tobillo sin balón a Messi en el 2009 por estar en medio dos de los cracks del fútbol. Figo o Fernando Llorente fueron otras dos de sus víctimas.