Sonaron los primeros truenos de la tormenta zaragocista el pasado martes a mediodía con las declaraciones de Fernando Rodrigo y hasta ayer no dejó de llover a mares. Queda el calabobos, si acaso, después de que Ranko Popovic no quisiera más relámpagos. El entrenador, señalado por La Romareda en los dos últimos partidos, ha sido subrayado durante los últimos días por las dudas que tiene el club de su capacidad para sacarle partido al equipo, algo que desveló el consejero del club en ese desliz que supuso la áspera y honesta respuesta de Ángel Martín González. "Hubo de todo esta semana, pero es mejor que vayamos a lo nuestro y nos centremos en el fútbol. Tenemos un partido muy importante y debemos pensar en eso y no en otras cosas", manifestó ayer el serbio en su primera comparecencia tras estallar la crisis interna, de la que quiere dejar al margen a los futbolistas. "Los jugadores tienen que pensar en lo suyo. Lo más importante es lo que pasa en el campo y ganar".

Sí se detuvo el técnico en el cambio de sistema y los consejos recomendados para que el equipo enderece el rumbo. "¿Cuántas veces cambiamos el esquema el año pasado? Varias veces. ¿Y quién tomó las decisiones entonces? Yo. Siempre voy a tomar las decisiones yo, sin ningún tipo de influencia, primero por el respeto que me tienen. Nadie va a decirme quién va a jugar, lo voy a decidir yo. Tenemos una relación muy buena (con Martín González) y hablamos de todo, es lo normal".

Popovic no quiso referirse a su posible destitución, que puede producirse en cualquier momento si siguen los malos resultados. Podría llegar incluso tras el partido de Lugo. "Si pierdo el tiempo pensando en esas cosas, no puedo centrarme en las cosas importantes. Un entrenador ya sabe cómo es su puesto de trabajo. Se sabe que en cualquier momento se puede pedir su cabeza, pero no hay que preocuparse tanto de eso. Más importante es jugar bien. De todas maneras, seguro que vamos a ir a ganar el partido. Lo que no sabemos es cómo va a salir".

El técnico, no obstante, no quiso confirmar las alteraciones tácticas para el encuentro de mañana, las mismas que comenzó a probar en el entrenamiento del pasado miércoles "Vamos a dejar alguna cosa para la sorpresa. Si cambiamos, pues cambiamos. Y si sale bien, pues de puta madre", expresó el técnico, que no quiso catalogar de final el choque de Lugo. "Quedan 37 partidos más. Tres puntos son todos los partidos. No hay finales, esto no es la Copa, pero sí que es importante ganar, importantísimo. Lo que tenemos que hacer es corregir algunas cosas y que no vuelvan a ocurrir los fallos. Vamos a tratar de hacer las cosas mejor, pero siempre van a existir las cosas del fútbol, que siempre hay debates. De una operación de corazón no se discute tanto como del balón".

La ausencia de Wilk le da algo de coartada al entrenador para modificar el funcionamiento del centro del campo. "Su baja nos obliga a hacer algunas cositas. Para sentirse bien, un jugador tiene que tener continuidad y tampoco es bueno cambiar de golpe muchos jugadores. Este año tenemos más titulares que el año pasado, tenemos variantes, aunque numéricamente somos una plantilla limitada", dijo el serbio, que no podrá contar con Pedro. "Creo que es una buena oportunidad para algún otro. Es un jugador muy válido, pero su estado no es todavía para entrenar y menos para jugar. Él se siente un poco más tranquilo y vamos a ver la semana que viene porque tiene una importancia muy grande para el equipo".

El Zaragoza arrastra problemas en todas sus líneas, lo que le ha alejado, lógicamente, del gol. "Si un delantero no marca gol, nunca está tranquilo. Son especiales, pero hay que tener calma, tranquilidad. Los delanteros se sienten un poco molestos porque no acaban de arrancar, pero el gol no depende solo de ellos. Si el equipo hace las cosas bien, ellos también se encuentran más a gusto, más seguros", indicó el técnico, que habló en términos parecidos de los déficits defensivos. "No nos crean tantas oportunidades, pero por desgracia entran. Esto no es una cuestión solo de la defensa, es una cuestión del equipo entero. Tenemos que estar todos a la altura, tener concentración y competir los 90 minutos".

¿Qué debe hacer en Lugo? "El Zaragoza tiene que soltarse y jugar al fútbol. Los últimos dos partidos en casa se notaba nerviosismo con el balón. Si uno está bien, a gusto y convencido, las cosas salen mejor".