El desenlace del fichaje de Cani es inminente y en el Zaragoza crece el optimismo por que el mediapunta termine de dar el a una llegada que ya ha quedado perfilada en los últimos días y que, salvo giro brusco, tiene visos de sellarse a principios de la próxima semana. Esos son los plazos que se manejan en la SAD, donde primero se contactó con el futbolista y después se abordó la negociación formal con sus representantes, aunque según estos, aún resta una última reunión. En cualquier caso desde la óptica del futbolista el fichaje se ve también factible.

La oferta zaragocista, que con algunos matices sería por dos años y que incluiría la posibilidad de que el mediapunta de Torrero siguiera después vinculado al club, ya la tiene Cani, aunque desde el principio se sabe que la propuesta económica no es lo más importante en esta negociación (quedaría lejos de su última ficha en el Deportivo). El Zaragoza ha trabajado en los últimos días en seducir al jugador por la parte sentimental, por su corazón zaragocista, y también con un proyecto de ascenso. Cani no quiere regresar para ser un simple reclamo para la afición, ni desea volver para capitanear un Zaragoza que deambule por la zona media de la tabla.

En esa labor de convencimiento del jugador se han puesto tanto el director deportivo, Narcís Juliá, como el director general, Luis Carlos Cuartero, y la estrategia ha surtido efecto: desde el entorno del futbolista se admite también ese optimismo en que al final se cumpla su deseo de regresar al Zaragoza, de cerrar el círculo en el equipo que le vio nacer en su cantera y que le supuso dar el salto a la élite para darse a conocer.

Lógicamente, cualquier negociación en el fútbol, y en esta queda dicho que aún le falta el último tramo, es susceptible de no culminarse cuando todo apunta a que el desenlace sea positivo. No hay más que ver lo sucedido con Guitián, ayer presentado por el Valladolid cuando el Zaragoza estaba convencido hace un mes de que iba a renovar su contrato, que expiraba el 30 de junio. Sin embargo, no son casos comparables, sobre todo por el componente afectivo que existe entre el jugador zaragozano y el club aragonés.

Cani, que apura unas pequeñas vacaciones fuera de Zaragoza, podría ser presentado por el club aragonés a lo largo de la próxima semana si todo se culmina como se espera. El jugador tenía propuestas concretas de fuera de España, de Estados Unidos y de China, pero no le seducen deportivamente, mientras que tiene el interés de algún equipo de Primera, pero ahora mismo la oferta más sólida, la que más le atrae, es la del Zaragoza. El escenario podría cambiar, claro, con la irrupción más fuerte y consistente de un club de la máxima categoría, pero eso de momento no se ha dado.

El jugador termina su contrato el 30 de junio con el Deportivo y en el club gallego solo firmó por una temporada. De hecho, su intención, teniendo en cuenta que en agosto cumplirá 35 años, era solo firmar por una campaña en cualquier otro destino, pero Zaragoza, donde tiene previsto afincarse con su familia --tiene dos hijos pequeños-- cuando se retire, es a todos los efectos un equipo especial y por eso la oferta de dos temporadas también ha sido bien recibida por parte del jugador.

Cani abandonó el Zaragoza en el 2006 cuando fichó por el Villarreal a cambio de 8,4 millones de euros, en la última operación de la era de Alfonso Soláns, cerrada antes de la llegada de Agapito Iglesias. Aquí alzó una Copa histórica en Montjuïc y una Supercopa antes de tomar rumbo al Madrigal, donde permaneció casi nueve años, hasta enero del 2015. Entonces, fue cedido 6 meses al Atlético de Madrid, donde tan apenas tuvo minutos. Esta última temporada ha militado en el Deportivo, donde ha jugado 18 partidos de Liga (891 minutos) y uno de Copa (9), con una presencia irregular en el once del conjunto deportivista, con 12 partidos ligueros como titular. El jugador, uno de los de más talento que ha dado Aragón en la historia reciente, está a un paso de culminar su carrera en el sitio que le vio nacer. Para eso queda ya muy poco, cuestión de días a lo sumo.