--¿Se considera en parte culpable del empate cedido ante el Sporting de Gijón?

--Creo que somos un equipo y al final ganamos, empatamos o perdemos todos. El gol es una jugada un poco desafortunada, porque el balón toca en Rico y yo voy a cortar el centro sin saber lo que tengo a la espalda. Es una jugada muy rápida y si volviera a estar en esa situación creo que intentaría tocarla con más fuerza, aunque llegaba un poco justo. Volvería a intentar tocarla porque no puedo dejar pasar un balón por delante del área sin saber si tengo alguien detrás.

--Lo que parece claro es que a usted nadie le avisa de que por detrás tiene un rival.

--Es una jugada muy rápida y al tocar el balón en Rico tampoco nos da tiempo a reaccionar. Yo nunca sé lo que tengo detrás.

--¿Le ha dicho algo Popovic?

--No. Después del partido, como suele ser habitual, fue uno a uno chocándonos la mano y estuve un momento con él, pero no hablamos nada del gol.

--El viernes Popovic no dejó claro si va a jugar Bono o usted. ¿Eso le creó algún nerviosismo?

--No. Quizás se le dio más importancia en la prensa a esa situación porque era el último que había estado jugando cuando se lesionó. Pero la gente más cercana si que te pregunta si vas a jugar o no. El viernes fui al hotel muy tranquilo y el sábado por la mañana el míster ya me dijo que confiaba en mí y que iba a jugar.

--¿Usted está contento de su actuación global ante el Sporting?

--La verdad es que sí. Son pequeñas cosas que igual nos damos más cuenta los porteros, pero, antes del gol, yo había salido a coger bien varios saques de banda, que eran unas de sus jugadas más peligrosas, y también había cogido un par de balones a la espalda de la defensa. Yo estaba muy cómodo. Después llegó el gol y también mantuve la calma, no me puse nervioso.

--Lleva jugando de titular desde la lesión de Bono en Vitoria. ¿Cómo valora su rendimiento?

--Al principio, sobre todo el día del Llagostera, estaba bastante desubicado y nervioso, no estaba cómodo, pero conforme han ido pasando los partidos cada vez he estado más tranquilo y más asentado. Es cierto que he cometido un par de errores, pero es lo normal en todo proceso de asentamiento. Estoy contento con mi rendimiento y sobre todo porque me he dado cuenta de que con partidos y con confianza puedo rendir en la portería del Real Zaragoza.

--¿Cree que el gol del Sporting y estando ya bien Bono, le puede costar la salida del equipo?

--Lo que sé es que estamos viviendo una etapa de resultados un poco peores y que juego en el Real Zaragoza, donde la exigencia es máxima. Por eso cualquier error puede cambiar tu rol en el equipo y puede llevarte al banquillo o a quedarte sin convocar. Mis otros dos compañeros están trabajando bien y también se merecen jugar. Así que si el entrenador considera que tiene que ponerlos lo aceptaría con naturalidad.

--Usted parecía destinado a no jugar esta temporada y al final ya ha defendido la portería en varios partidos. ¿Eso le reconforta como premio a su trabajo?

--Sí, porque hubo un momento que no solo pensaba que me podía pasar todo el año en blanco si no en la grada, lo que todavía es mucho peor. Por eso todo lo que he ido consiguiendo ya era más de lo que esperaba y estoy contento.

--¿Por qué no lleva el brazalete?

--Fue una cosa que decidimos de forma conjunta entre el míster y yo. Salir de la portería para hablar con el árbitro no es bueno y tampoco da una buena imagen. Además siempre te puedes ganar tarjetas.

--En las últimas jornadas han sumado 9 de 27 puntos. ¿Cree que, a pesar de esta mala racha, van a poder amarrar la sexta plaza y jugar la promoción?

--Estoy convencido de que nos vamos a meter en la promoción. Ahora no estamos pasando por nuestro mejor momento, pero tenemos que ser fuertes y confiar en nosotros.