No hubo acuerdo entre los trabajadores y el Real Zaragoza en la reunión mantenida por espacio de dos horas en el Servicio Aragonés de Mediación y Arbitraje y por lo tanto la huelga convocada para mañana, que coincide con el Zaragoza-Alavés, se mantiene. El club, una vez finalizada la reunión, comunicó a la Liga la existencia de esa huelga y le anunció los trabajadores que podrán desempeñar su labor durante el partido de mañana para abrir el estadio, que serán cerca de 60, unos 35 de Euroibérica y unos 22 por parte de los trabajadores fijos discontinuos que tienen la obligación de ir por un Real Decreto de 1967 que alude a los servicios para mantener la seguridad y la limpieza de las instalaciones.

En principio, el Zaragoza espera que hoy por la mañana la Liga considere suficientes esos trabajadores y que el partido se pueda celebrar, ya que en ningún momento se ha estudiado su cambio de fecha. En el improbable caso de que la Liga no autorizara la celebración del partido, este se suspendería.

La huelga afecta tanto a los cerca de 80 trabajadores fijos discontinuos, los que ahora mismo focalizan más el conflicto con la entidad y que se encargan de abrir La Romareda los días de partido, como al resto de empleados de la entidad, unos 30, que desempeñan su labor en oficinas, tienda, lavandería, ciudad deportiva... El motivo de la huelga es que los trabajadores aseguran que el club no está atendiendo las peticiones de que contrate más fijos discontinuos en los días de partido --la plantilla de estos antes del ERE que se planteó y fue declarado nulo por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón era de unos 160-- y que la entidad ocupa esos puestos con una empresa de servicios exterior, Euroibérica.

LAS DEMANDAS

Los trabajadores, que estuvieron representados en el SAMA por su comité de empresa, ya han anunciado que denunciarán ante la autoridad laboral que no se está respetando el derecho a la huelga con esos 22 empleados que tienen que ir, ya que el fútbol no es un servicio público esencial y no tiene servicios mínimos y, del mismo modo, presentarán una demanda por contratar a trabajadores de una empresa externa en lugar de hacerlo con trabajadores del Zaragoza.

Entienden los empleados que se está evitando por parte del club la aplicación de la sentencia del TSJA donde se declaraba nulo el ERE y se obligaba a readmitir a los trabajadores despedidos. "Hemos hecho lo posible para acercar posturas, pero el club no ha querido. Queremos que no haya una empresa de servicios que venga a ocupar unos puestos de trabajo ya que entendemos que hay una duplicidad de trabajo entre una empresa exterior y nosotros", valoró Ignacio Guerrero, presidente del comité de empresa, que añadió: "Tenemos entendido que el Real Zaragoza va a seguir adelante a pesar de la huelga y que va a querer abrir las puertas de La Romareda, a pesar de que nosotros no vamos a ir a trabajar, incumpliendo así el club la ley. Con 22 que son trabajadores del club y habiendo dieciocho puertas y sesenta tornos que me expliquen cómo se va a hacer. Me imagino que el club querrá abrir las puertas a costa de lo que sea y entonces, más adelante, ya se verá si se ha incumplido la ley".

También han sentado mal en los trabajadores otras medidas del club, aunque no están en los fundamentos de la huelga. Por ejemplo, la decisión de retirar los pases a todos los trabajadores de la empresa que estuvieron más de 15 años en la entidad y que se han jubilado ya, lo mismo que las subvenciones para los abonos a familiares de empleados del club, que alcanzaban hasta el 30% del coste y que han sido retiradas.

El Zaragoza estuvo representado en el SAMA por el abogado Ángel Moreno y mantiene su posición de considerar que la huelga no tiene ningún fundamento. Se sostiene desde la entidad que no tiene sentido que busquen un ahorro de los costes indemnizando a los trabajadores que llegaron a acuerdos para su salida hace unos meses y ahora vuelvan a contratar a empleados para hacer esa función. Además, se alude a que el comité de empresa firmó un acuerdo en marzo en el que se autorizaba al club a completar las bajas que hubiera en los fijos discontinuos acudiendo a una empresa externa.

Desde el Zaragoza se confía en que hoy la Liga dará su autorización para que el partido se celebre, aunque se avisa de que el funcionamiento de las instalaciones no será el habitual. De todas formas, con esos cerca de 60 trabajadores se cree que se va a poder abrir bien La Romareda y, además, la seguridad está garantizada, porque hay otros 50 empleados que se dedican a ese apartado y que pertenecen a una empresa exterior.