El Zaragoza tiene múltiples problemas en los últimos tiempos y Jiménez clama ahora por refuerzos defensivos. Es verdad que la zaga es la zona prioritaria para, con al menos 2 fichajes, mejorar el nivel de un equipo que necesita más rapidez y contundencia atrás, pero que no encuentra tampoco el camino del gol en ataque. De hecho, en los últimos ocho partidos, el Zaragoza solo ha sido capaz de anotar dos tantos, del ya ausente Ponzio ante el Athletic y de Lanzaro al Getafe, una cifra ridícula. Más aún si se tiene en cuenta que ninguno de los dos tantos ha llegado de parte de los atacantes del conjunto aragonés, donde la sequía de Postiga empieza a ser dramática.

La llegada de Carlos Aranda, que ha jugado en el tramo final de los dos últimos partidos, no ha supuesto una mejoría en esa faceta y tampoco el sistema más ambicioso y con más presencia en el campo rival implantado por Jiménez --con un rombo en la medular y dos delanteros-- ha tenido la plasmación formal del aumento de los goles, aunque es verdad que ese nuevo dibujo sí ha posibilitado que haya más posesión del balón y que se viva más cerca del portero enemigo. Pero lo que cuenta son los goles, la gran verdad del fútbol, y al Zaragoza le cuesta un mundo hacerlos. Más que un mundo habría que decir.

El balance

Se quedó a cero en las derrotas ante el Barcelona (4-0), el Sevilla (0-1), el Granada (1-0), el Mallorca (0-1), el Racing (1-0) y el Levante (0-0), con cuatro derrotas y un empate como balance, mientras que Ponzio anotó desde el punto de penalti en la derrota en San Mamés (2-1) y Lanzaro lo hizo tras un córner botado por Luis García en las tablas frente al Getafe (1-1).

Así, esos dos goles que ha marcado el Zaragoza en los dos últimos meses han llegado a balón parado, no en una jugada colectiva o individual del equipo. Para eso hay que viajar al que anotó Postiga en el descuento del choque ante el Sporting el 6 de noviembre pasado. El portugués marcó de un disparo cruzado para dar el empate al equipo aragonés cuando la derrota parecía inevitable esa tarde.

La sequía de Postiga

Con ese gol, Postiga alcanzaba las cuatro dianas en la Liga y ocho jornadas después, en las que ha sido siempre titular, sigue clavado en ese guarismo, con una sequía más que preocupante, ya que es la referencia indiscutible arriba del equipo. Mientras, Luis García, el segundo artillero del equipo con tres dianas, no ve puerta desde el 2 de octubre pasado, cuando anotó la primera diana en El Madrigal contra el Villarreal.