En el 2008, un terremoto de 8 grados de magnitud mató a 90.000 personas, destrozó puentes y calles y arrasó más de un centenar de pueblos en la provincial China de Sichuan (en concreto, en el condado de Wenchuan).

El epicentro se localizó a unos 20 kilómetros de la colosal presa de Zipingpu, de 156 metros de altura, algunos meses después de que ese embalse alcanzara su llenado máximo, más de cien metros superior al nivel del agua antes de la construcción de la presa.

La construcción se halla en la transición entre una zona de bajo esfuerzo y una tectónicamente activa. En los años anteriores a la construcción de la presa, se habían registrado temblores sucesivos a su llenado. Por estas razones, algunos investigadores han relacionado el terremoto con el embalse. La asociación es controvertida, porque la energía asociada a la presión ejercida por el agua es mucho más pequeña que la que se liberó en el seísmo. La hipótesis es que la masa de agua modificó el estado de esfuerzo de la falla, que ya estaba a punto de causar un terremoto, adelantando en algunas décadas un evento que ya ocurre naturalmente cada 7.000 años, de promedio, en esa zona