La fiscalía de seguridad vial imputará de ahora en adelante homicidio imprudente en todos los accidentes en los que haya fallecidos y lesiones imprudentes en aquellos en los que haya heridos graves. Es lo que se hace actualmente en la mayoría de los casos, aunque todavía hay jueces que fijan juicio de faltas (en lugar de por delito) cuando reciben el atestado policial del accidente. El fiscal de seguridad vial, Bartolomé Vargas, explicó ayer que para que los juicios de faltas salgan adelante es imprescindible que el perjudicado denuncie los hechos. Normalmente, las empresas aseguradoras buscan un acuerdo económico para evitar tener que presentarse ante el juez y el afectado acaba retirando la denuncia "por falta de información".

En palabras de Vargas, esto perjudica a las víctimas, que "no son oídas por el juez ni por el fiscal". Por eso, desde ahora, siempre que exista un principio de infracción (excluidos, por lo tanto, los casos de salida de la vía), se partirá de la hipótesis del homicidio o las lesiones imprudentes.

En los casos más graves de accidentes de tráfico provocados por una imprudencia grave, la respuesta de los fiscales y la policía judicial será pedir el ingreso en prisión inmediato, el decomiso del coche y la intervención del permiso de conducir, comentó el Fiscal de Seguridad Vial, quien insistió en que la respuesta para evitar todo ello es la prevención.

CRITERIOS Algunos de los criterios que se tendrán en cuenta para fundamentar la tesis del homicidio o las lesiones imprudentes son, por ejemplo, si el conductor presentaba una tasa de alcoholemia superior a 2,5 miligramos de alcohol por litro de aire expirado, conducía a más de 150 kms por hora, vulneró las normas de adelantamiento, invadió la calzada o continuó conduciendo pese a haber notado indicios de sueño.

Vargas explicó que en la actualidad hay casi 600 personas en prisión por este tipo de delitos, y que en el 2011 se han dictado 35.021 sentencias condenatorias --en 2010 hubo 68.308--, de las que 345 pertenecen a homicidios imprudentes y lesiones graves.

Para el fiscal, es necesario "que haya condenas más severas", ya que, en su opinión, "hay casos que se siguen indebidamente por juicio de faltas". El Código Penal castiga el homicidio imprudente con uno a cuatro años de prisión y las lesiones imprudentes, con tres meses a tres años, en función de su gravedad. Vargas reconoció que el cambio se va a notar más "en los casos de lesiones graves" --los que provocan lesiones medulares, por ejemplo-- ya que en estos supuestos, al no haber homicidio, "hay más tendencia a mandarlos a juicio de faltas".

Por su parte, el presidente de la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes, Francisco Canes, se mostró "sorprendido" de que la Fiscal a no esté persiguiendo ya de oficio por un delito de homicidio imprudente a los conductores infractores que provocan accidentes con víctimas mortales. "Esto hace tiempo que se debería estar haciendo. La sociedad lo daba por supuesto. Me he quedado de piedra", dijo Canes.