El Gobierno islandés ordenó la evacuación de unas 300 personas que estaban alojadas alrededor del glaciar Vatnajökull a causa del riesgo potencial que supone la actividad sísmica detectada en el volcán Bárdarbunga. La comunidad científica considera que una posible erupción del Bárdarbunga podría afectar al tráfico aéreo en el norte de Europa y la zona del Atlántico norte, a causa de la proyección de ceniza. El área natural desalojada acostumbra a estar despoblada durante el año, más allá de las cabañas y cámpings donde se alojan turistas en las épocas en las que la climatología es más benigna.

EL PRECEDENTE La Oficina Meteorológica de Islandia informó de que el volcán Bárdarbunga ha experimentado alrededor de 4.000 temblores en los últimos cinco días, un millar entre la madrugada y las ocho de la tarde del martes.

En este último caso, los movimientos telúricos no superaron el tercer grado en la escala de Richter y se concentraron en la zona este.

Según la Administración de la Aviación Civil de Islandia, si el volcán entrara en erupción podría obligar a interrumpir el flujo de tráfico aéreo, como ya sucediera en el año 2010 con el volcán Eyjafjallajökull.

"Si sucede y se diera una erupción como la de hace cuatro años, lo único que podemos hacer es prohibir los desplazamientos aéreos", expuso Fridthor Eydal, portavoz de Aviación Civil.

La actividad del volcán Eyjafjallajökull paralizó el tráfico aéreo europeo varias semanas por motivos de seguridad, al extenderse la nube de ceniza expulsada por el volcán por todo el continente.

La contingencia se reprodujo apenas un año después, aunque a menor escala, con la erupción del Grimsvotn, aunque el veto fue parcial y se restringió a unos cuantos días y al propio territorio islandés y Escandinavia, además de al Reino Unido y a Alemania.