El fenómeno no es conyuntural. Desde el 2008, el número de denuncias interpuestas por violencia machista en los juzgados no ha dejado de bajar. Ese año se alcanzó el máximo histórico de 142.125, una cifra que el año pasado quedó en 124.894, es decir, un 12,1% menos, según los datos presentados este jueves por el Observatorio contra la Violencia Doméstica y de Género del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ).

La presidenta del observatorio, Ángeles Carmona, ha apuntado tres posibles causas: la crisis, que restaría independencia económica a las mujeres, la caída de la población y la falta de información. Solo 11 de las 54 mujeres asesinadas el año pasado habían llevado su caso a los tribunales.

Carmona ha hecho hincapié en que la denuncia es la única manera de hacer que "la maquinaria funcione" y ha hecho un llamamiento a los familiares y allegados de la víctima de malos tratos, ya que muchas mujeres no se atreven a denunciar porque "el entorno no les apoya". "Se trata de hacer cómplices a todos", ha señalado Carmona, quien ha considerado que "la sociedad tiene un chip machista, que es la causa de la violencia de género".

Otro dato que induce a la preocupación es que ha aumentado un 1,2 puntos en el 2013 el porcentaje de mujeres que retiraron la denuncia.