Una pelea a las puertas de una caseta de la feria de Casarabonela (Málaga) entre Antonio V., de 32 años, que pretendía entrar con un vaso en la mano, y tres vigilantes de seguridad, que se lo impidieron en dos ocasiones, acabó con la muerte del primero pocos minutos después de recibir una patada en el tórax.

Los tres vigilantes, de entre 23 y 27 años, que según fuentes sindicales carecían de titulación oficial, quedaron en libertad con cargos tras prestar declaración ayer ante el juez.

El suceso se produjo sobre las tres de la madrugada del domingo en la Caseta de la Juventud, ubicada en el patio de un colegio y alquilada por dos empresarios de bares de copas del municipio. A Antonio, casado y con un hijo pequeño, le impidieron el paso al recinto con un vaso de cristal en la mano, y tras arrojarlo al suelo, entró en el local. Más tarde volvió a repetirse la escena, por lo que comenzó una discusión con los porteros, que según algunos testigos, vestían botas militares con puntera de acero y no llevaban insignia de ninguna empresa.

Tras agredir a uno de los vigilantes, al que sujetó y empujó contra una alambrada ocasionándole lesiones en la cabeza, dos de los porteros agarraron a Antonio y lo tiraron al suelo y, al parecer, otro tomó carrerilla y le dio una patada en el tórax. El hombre trató de incorporarse con ayuda de un familiar y, mientras se alejaba, era increpado por el portero que le golpeó. A los pocos metros se desplomó. Murió antes de que llegara la ambulancia.