No grabar un mensaje porque se sufre una sordera no diagnosticada, olvidar dónde se ha dejado el bolso al entrar en casa no son detalles que induzcan una demencia. El mal de alzhéimer destruye la denominada memoria hipocámpica, la que permite retener, fijar un dato y evocarlo más tarde, pasado un cierto tiempo. El olvido de quien no sufre alzhéimer puede recomponerse asociando ideas próximas al detalle olvidado, o al ser ayudado con pistas relacionadas. La demencia impide tomar decisiones sencillas que se adoptaban de forma cotidiana: qué hacer de comer un día cualquiera o cómo ordenar una maleta.