Las listas de espera siguen siendo el aspecto peor valorado de la sanidad pública por los ciudadanos. Los españoles creen, además, que las autoridades sanitarias no están haciendo nada para atajar estas demoras, según el Barómetro Sanitario 2010, que analiza las opiones sobre el sistema nacional de salud.La ministra de Sanidad, Leire Pajín, ha destacado que, no obstante, los ciudadanos han dado al sistema un 6,57 en una escala del 1 al 10, la calificación más alta de los últimos ocho años.Pajín ha considerado que la buena valoración supone un respaldo y un rechazo al copago y los recortes y ha explicado que espera que el conseller de Salut, Boi Ruiz, le remita en los próximos días la información detallada que le ha solicitdo sobre las medidas adoptadas en Catalunya. "El Gobierno aboga por el ahorro y la eficacia frente a los recortes y por dar prioridad a la sanidad frente a otras políticas", subrayó la ministra al tiempo que recordó que "hay comunidades autónomas que han mantenido el presupuesto en sanidad".Preferencia por lo públicoPero a pesar de las esperas, los ciudadanos se manifiestan mayoritariamente a favor de los servicios sanitario públicos frente a los privados, si bien la diferencia es de apenas un 4% en el caso de las consultas de especialistas. El barómetro revela que 3 de cada 10 personas, casi 16 millones, acudieron el año pasado a urgencias. Pajín ha anunciado que su departamento mantendrá las campañas para que se haga un uso más racional de estos servicios.El barómetro también recoge que cuando se pregunta a qué centro acudirían si tuvieran opción de elegir en caso de sufrir una enfermedad grave, 6 de cada 10 ciudadanos elegirían la atención sanitaria pública, 3 optarían por lo servicios sanitarios privados y 1 acudiría indistintamente a unos u otros servicios.