Aunque el BCE quiso lanzar un sutil mensaje de tranquilidad ayer al afirmar que está dispuesto a usar "todos los instrumentos que estén disponibles" para mantener la estabilidad en los mercados financieros, el contagio de la crisis griega vuelve a ser una gran amenaza para la Eurozona. "La tensión se va a medir mejor en las bolsas que en las primas de riesgo de los países del euro porque el BCE puede intervenir en el mercado comprando bonos soberanos y frenar la escalada", aseguró el economista José Carlos Díez. Según los expertos, los países más expuestos a sufrir ataques de los fondos especulativos son otra vez los mismos: España, Portugal, Italia e Irlanda. Según Josep Soler, director del Instituto de Estudios Financieros (IEF), "el BCE y la eurozona disponen ahora de más cortafuegos para aislar la crisis griega".

Las turbulencias están aseguradas. En España, los bancos pueden ser el primer blanco de los ataques en bolsa.