Las chicas son de letras y los chicos, de matemáticas. El tópico parece confirmado por los resultados del último informe PISA, el programa de evaluación promovido por la OCDE: en las pruebas numéricas, las niñas puntuaron de media un 2% menos que los varones, mientras que en las de lectura obtuvieron unos resultados un 6,6% mejores. Estas diferencias sugieren que hay un disparidad innata en función del sexo. Sin embargo, un estudio publicado en la revista Science ha revelado que la brecha de sexo en las matemáticas se reduce en las sociedades con indicadores de emancipación femenina más altos, lo que descarta una explicación biológica. En Islandia, Suecia y Noruega, el margen se cierra o incluso se invierte. Curiosamente, la ventaja de las niñas en lectura no desaparece, sino que se consolida.

"Las diferencias son en realidad pequeñas y no varían mucho de país a país --explica Luigi Guiso, profesor en el European University Institute de Florencia y coautor del estudio--. Además, muchas niñas obtienen resultados por encima de la media". Difícilmente unas diferencias tan escasas explican la actual falta de mujeres en ciencias. En los departamentos científicos del Massachusetts Institute of Technology, donde se concentran las mejores inteligencias del mundo, solo son el 8%". Muchos científicos interpretan esta disparidad como una señal de diferencias biológicas.