Los ingresos recibidos ascendieron a 13.286.184 euros y proceden mayoritariamente de aportaciones voluntarias «que son a fondo perdido», apunta el presidente, y de ayudas de las administraciones públicas que suponen menos del 20% y que no son en forma de aportación económica sino «en forma de conciertos, por ejemplo con plazas en residencias o en salud mental o actuación con menores». «Se ha constatado en esta época de crisis el aumento de los pequeños donantes. Esa gente que no tiene más para dar pero da lo que tiene», apunta Luesma.