La tragedia del avión de Germanwings, compañía de bajo coste filial de Lufthansa, abrió la duda de si las low cost cumplen los mismos requisitos de seguridad que las tradicionales. La respuesta es contundente; sí. Otra cosa es que estos estándares sean suficientes, un punto en el que, sobre todo los pilotos, consideran que podrían mejorar, aunque reconocen que se cumple la exigencia legal.

El director general de Aviación Civil, Ángel Luis Arias, destaca que todas las compañías, al margen de su modelo de negocio, pasan los mismos controles de seguridad, tanto sus aviones, como la habilitación y formación de los pilotos y el personal de aviación. Se aplica el mismo reglamento europeo, y en el caso de España el organismo responsable de ello es la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, dependiente del Ministerio de Fomento.

La tragedia de los Alpes sería el segundo caso de un accidente de una aerolínea de bajo coste europea con muertos. El primero se registró en el 2005, en un vuelo de una firma chipriota en Grecia. El Centro de Evaluación de Datos de Accidentes de Aerolíneas (conocido por sus siglas en inglés Jacdec) publica anualmente una lista de las compañías más seguras, basándose en el número de accidentes y la cifra de muertos en relación con el número de kilómetros recorridos, entre otros parámetros, y en el último del 2014 sitúa a cuatro low cost entre las primeras 20 mejores: Virgin Atlantic y Virgin Australia, Jetblue Airways y Easyjet. Ryanair aparece en el puesto 33, por delante de Iberia.

Gustavo Barba, vicedecano del Colegio Oficial de Pilotos de Aviación Comercial y experto en seguridad aérea, recalca que la irrupción de las compañías de bajo coste no ha ido acompañada de más accidentes, y que en todo caso, si la cifra ha subido ha sido por el aumento global de vuelos de todo tipo en los últimos años. Aunque añade que con la crisis todas las aerolíneas, igual que se ha hecho en otros sectores económicos, han limitado los gastos en seguridad a lo que les exige estrictamente la ley. "Cumplen, pero no van más allá", recalca. Y destaca también que este comportamiento se acentúa con los aviones más antiguos. Si hay innovaciones se aplican en los nuevos, mientras que en los que finalizan su vida útil solo se cumple estrictamente el reglamento.

En este punto las compañías de bajo coste originales, como Easyjet o Ryanair que no son filiales de tradicionales, pueden considerarse incluso más seguras. Sus flotas son de las más nuevas y se renuevan cada 10 o 12 años. Aunque Barba advierte de que sucede como con los coches: todos cumplen las normas de seguridad, pero los de gama alta gama dan más prestaciones que un utilitario.

CRECIMIENTO

En España, el incremento de las líneas de bajo coste ha sido espectacular desde el cambio de siglo. En el 2000, las entradas de viajeros internacionales con estas líneas estaban por debajo del 10%. En el 2014, casi llegaron al 48%, según el Instituto de Estudios Turísticos. Aumentan con más fuerza que las tradicionales.

Estos datos no incluyen el transporte interno. En Madrid, la base de Iberia, esta compañía se mantuvo en primer lugar en el 2014, seguida de Air Europa, pero Ryanair ya se situó en el tercer puesto, la filial de bajo coste Iberia Express, en el cuarto, Air Nostrum en el quinto, seguidas de Easyjet y Vueling. Las cinco de bajo coste juntas aportaron el 31% de pasajeros que pasaron por Barajas. En Barcelona, segundo aeropuerto de España por tráfico de viajeros, en el top 10 de las compañías con más pasajeros del 2014, las tres primeras fueron de bajo coste: Vueling, Ryanair y Easyjet. Entre las tres acapararon casi el 58% de todo el pasaje de El Prat.