Las reducciones globales de las emisiones de CO2 en los últimos años en Aragón están permitiendo a la comunidad acercarse al cumplimiento del objetivo del Protocolo de Kioto, que establece un aumento máximo del 15% sobre los datos del año base, que fue 1990. Las últimas cifras oficiales del Gobierno de Aragón revelan que la generación de gases de efecto invernadero (GEI) ha menguado hasta llegar a un 15,6% en el 2009. Y el avance de los datos del 2010 refleja una nueva disminución, aún no concretada. De ahí que Medio Ambiente asegure que "la Estrategia Aragonesa de Cambio Climático se está cumpliendo con creces".

Buena parte de esta bajada se fundamenta en los efectos de la crisis económica y la caída de la demanda eléctrica, sobre todo de aquella procedente del carbón, precisamente el sector que más contamina en Aragón. Dos terceras partes de las emisiones de los sectores regulados corresponden a este tipo de generación y la de ciclo combinado.

Pero también es cierto que los procesos productivos en las industrias son cada vez más eficientes y que la comunidad ha desarrollado una importante cantidad de energía verde, fundamentalmente a través de los aerogeneradores, aunque también con los paneles solares.

LOS SUSPENSOS Ahora bien, son varias las asignaturas pendientes que tiene Aragón si quiere seguir consiguiendo buenas notas en la asignatura medioambiental. Una de ellas, la concienciación ciudadana en lo referente al uso excesivo del transporte privado, que no desciende. Y otra, que los niveles de emisiones curiosamente solo bajan en los sectores regulados, mientras que se mantienen en los llamados difusos y no controlados, entre ellos el ya nombrado transporte, y que suponen en Aragón el 57% de las emisiones totales.

Fuentes del departamento de Medio Ambiente revelan, por ejemplo, una caída del 17,6% de las emisiones verificadas en el 2010 con respecto al 2009 en las empresas auditadas. Y del 24,8% en el 2009 sobre las del año anterior. De hecho, los GEI evitados desde el 2008 por el sector auditado --un listado de 25 instalaciones-- asciende ya a 33.832,95 toneladas equivalentes que se ha ahorrado la atmósfera.

Frente a ello, persisten las emisiones derivadas del transporte (que suponen un tercio del cupo no regulado) a pesar de que Zaragoza --y por ende, Aragón-- se encuentre por debajo de la media nacional en contribución porcentual de dicha contaminación. Tampoco disminuyen las generadas por la agricultura y la ganadería, que suman otro tercio de ese sector difuso, ni las de origen residencial o los residuos urbanos, entre otras fuentes de contaminación.

Por su parte, Ecologistas en Acción también viene elaborando su propio informe de emisiones de CO2 a partir de los datos oficiales del Ejecutivo, y sus conclusiones difieren de las de Medio Ambiente al introducir las variantes previsibles de los nuevos proyectos de cementeras y térmicas que a corto plazo se abrirán en la comunidad.

Hasta que estos proyectos fabriles lleguen a materializarse, "depende de cada uno de nosotros el concienciarnos y convencernos de que contaminar el aire es un problema muy serio. Zaragoza no cuenta con un mal sistema de transporte público. Sin embargo, es muy alta la ocupación del vehículo privado de un solo uso", alertan desde Medio Ambiente.