El aeropuerto de Zaragoza acumuló cuatro años consecutivos perdiendo pasajeros desde que en el 2011 alcanzara su récord histórico de 751.097. Los últimos tres años, con más de 330.000 viajeros menos que entonces, ha logrado sostener la disminución mientras, a la vez, los datos del turismo internacional en Aragón aumentaba de forma exponencial. ¿Cómo se explica? Básicamente porque la forma de entrar en la comunidad sigue siendo, de forma predominante, el vehículo privado y porque la ganancia se la llevan otros medios de transporte que no son el aéreo. Principalmente el AVE, que ahora está batiendo records de ocupación con Madrid y Barcelona con respecto a ese hito que fue la Expo del 2008. El eje de alta velocidad, ¿es una desventaja o una oportunidad?.

Respecto al aumento del turismo internacional, las cifras son alentadoras para Aragón. Los visitantes extranjeros han pasado de representar un 15% a ser un 21%. Con cifras globales en constante crecimiento, los 623.215 del año pasado supone regresar a épocas como la del 2008.

Otra cosa es analizar si requieren de una conexión aérea o cómo influye su existencia. Casi uno de cada tres de esos visitantes, 192.851 en total, proceden de Francia, y en su mayoría llegan por carretera. El avión es más útil para los segundos en el ránking, Reino Unido, con 66.785 visitantes en el 2016.

O no. Porque en el caso de las conexiones internacionales cuenta también el AVE, que en los últimos meses está batiendo registros históricos. Aunque no solo por el turismo, es una importante vía de entrada a Zaragoza desde El Prat o Barajas.

En la relación Zaragoza-Madrid hay que remontarse a julio del 2008 para encontrar el récord mensual de viajeros, 170.690. Desde entonces, el máximo se fijó en octubre del año pasado, con 131.115. La de Barcelona se estrenó en febrero del 2009, y se batió este año con los 74.915 del pasado mayo, superando los 73.800 de julio del 2008, en plena Expo pero sin AVE. D. L. G.