El director del Instituto Aragonés del Agua, Alfredo Cajal, abogó ayer por "adecuar las tarifas municipales del agua a los costes reales del servicio", de manera que refleje el precio real que cuesta no solo el mantenimiento, sino también la amortización y la ejecución de las mejoras necesarias para evitar fugas, mejorar las captaciones, almacenamiento, etcétera. En un contexto de sequía extrema como el actual, Cajal, aseguró que "los aragoneses no podemos permitirnos el lujo de gastar ni una gota de agua más de la necesaria", ya que la reducción de los consumos se traduce en ahorros económicos tanto en potabilización como en depuración.

El director de esta entidad pública se reafirmó en estas "reflexiones" recordando las conclusiones de diversos análisis realizados por la Asociación Española de Abastecimientos de Agua y Saneamiento, en los que, según el Instituto del Agua, se señala que para llegar a una cobertura idónea de los costes, incorporando los correspondientes al recurso y los ambientales, como establece la Directiva Marco del Agua, el precio del agua debería duplicarse, en un plazo de 5 o 6 años, en línea con los patrones económicos establecidos en los países de nuestro entorno.

POR DEBAJO DEL DUERO Según esta asociación, tomando como base los datos del año 2009 de las ciudades de más de 50.000 habitantes de toda España, los ayuntamientos de la demarcación hidrográfica del Ebro tienen las tarifas de abastecimiento más baratas de toda España, solo superadas por las demarcaciones del Duero y de las cuencas internas vascas.

Este mismo informe, recuerda que el gasto medio por hogar es menor en abastecimiento y depuración que en otros conceptos, como los de agua embotellada, electricidad, gas, teléfono, transportes. Y que un servicio tan esencial como el agua es cuatro veces más barato que la luz y el gas. Asimismo, Cajal valoró la progresividad de las tarifas, "de forma que se penalicen los gastos suntuosos".

En esta línea ahorradora, el Instituto Aragonés del Agua prestará asesoramiento técnico a los ayuntamientos que estén interesados en instalar contadores. Alfredo Cajal recordó que la implantación de sistemas de medición de consumo por parte de los ayuntamientos, que son los competentes en abastecimiento, "es una medida disuasoria, que se traduce en importantes ahorros de agua, con los beneficios ambientales y económicos que implica".

Cajal citó al Ayuntamiento de Jaca, "que ha decidido con la máxima determinación acabar con una situación insostenible provocada por la falta de contadores, lo que les impidió recibir subvenciones de la UE para construir la potabilizadora".