Las actividades durante el verano, como los campamentos, ofrecen «beneficios» para los pequeños, puesto que conllevan que disfruten del entorno, de la compañía de otros chicos de su edad y llevan a que pasen menos tiempo en casa «con las pantallas, el gran peligro en estos tiempos». Así lo ve el presidente de la Asociación Aragonesa de Psicopedagogía, Juan Antonio Planas, quien, además, observa otra virtud en estas actividades: que los niños «salgan de las faldas de las madres» y ganen así «más autonomía».

Con todo, Planas matiza que este proceso «hay que hacerlo de manera que no resulte muy traumático», por lo que es recomendable comenzar por lugares cercanos, que también los puedan visitar los padres y con actividades de una duración más corta en las primeras ocasiones.

Planas observa en las propuestas de verano beneficios como el fomento del esfuerzo, la colaboración, la disciplina, el respeto a la flora y la fauna o la tolerancia a la frustración. Además, considera uno de los rasgos de muchos campamentos, la actividad deportiva, como totalmente necesaria, más en una comunidad como la aragonesa, «un sitio ideal para practicar deporte».

En el hogar, Planas desaconseja «totalmente» que los pequeños se despierten a la hora que quieran y que hagan lo que quieran. Por ello, propone que, por ejemplo, realicen algunas tareas domésticas. No obstante, en cuanto a otras actividades relacionadas con su formación, considera que puede provocar «una saturación» si el alumno lleva «demasiada carga lectiva». Al respecto, señala que se debe romper con la dinámica del curso y los primeros días han de disfrutar de actividades de ocio. Apuesta así por que realicen deporte y que disfruten del ocio al aire libre, además otras tareas de índole intelectual que fomenten la observación, la creatividad o la imaginación.