Zaragoza cerrará el ejercicio 2014 con un superávit de ocho millones de euros. Así lo adelantó ayer el Gobierno de la ciudad, en boca de su vicealcalde y responsable de Economía y Hacienda, Fernando Gimeno, quien explicó que la cuantía podría haber sido mucho mayor, hasta 23 millones, si el consistorio no hubiera tenido que asumir, incluyéndolo en sus cuentas, el pago que el Gobierno de Aragón se había comprometido a realizar para costear las obras del tranvía, 15 millones en el pasado año.

"No es que no haya pagado lo del 2014, es que también debe lo del 2013", señaló el vicealcalde, y suman 25 millones que "para la ciudad es una cantidad excesivamente importante". Forman parte de lo que adeuda la DGA, en total más de 50 millones, y "entre ocho y diez" de ellos por impuestos impagados.

Aún así, Gimeno celebró el superávit con el que el ayuntamiento cerrará el pasado ejercicio, un resultado "enormemente positivo", dijo, "más aún si comparámos los datos de años anteriores" y como "entre el 2007 y el 2015 hemos pasado de gastar 25,8 millones a 51,7 en Acción Social". "Estamos mejorando de forma radical la gestión presupuestaria", añadió. Serán ocho millones que, por otra parte, irán a parar a los bancos para reducir la deuda.

Así que tras anunciar el superávit, no desaprovechó la ocasión para volver a insistir en los incumplimientos de la DGA con los impuestos y con sus compromisos con Zaragoza. Al respecto, aseguró que el consistorio ya está solicitando información al Gobierno de Aragón para saber sobre qué bienes o cuentas puede solicitar el embargo para cobrar esos ocho millones de impagos tributarios y, del resto, estudiará si puede acogerse al plan de financiación que el ministerio ofrece a las comunidades autónomas centrado en el gasto social para que abonen los más de siete millones que adeuda por este convenio a Zaragoza.