Tres helicópteros, un hidroavión y dos aeronaves Kamov, efectivos de la Unidad Militar de Emergencias y 300 miembros de cuadrillas terrestres se desplazaron entre ayer y el viernes al norte de la Ribagorza para tratar de atajar el primer gran incendio de la temporada en Aragón. El fuerte viento racheado que sopló ayer durante casi todo el día impidió ganar la batalla a las llamas, que arrasaron 1.100 hectáreas y continúan avanzando por las cumbres y laderas que se encabalgan a un lado y a otro del río Baliera, en el rincón nororiental de la comunidad aragonesa.

Se trata de una zona apenas poblada y muy agreste y abarrancada que tiene todavía los colores invernales, entre grisáceos y amarillentos, y la tierra cuarteada por efecto de la sequía. Esta situación del suelo y la vegetación ha favorecido la rápida extensión del incendio, que incluso ha saltado a la provincia de Lérida.

Los vecinos ven preocupados la progresión del fuego, que no solo destruye árboles, dado que dentro del perímetro asolado por las llamas abundan los prados y las parcelas donde se cultiva forraje para el ganado. Las llamas amenazan las casas de al menos diez pequeños pueblos que han sido evacuados. En Castanesa han destruido un pajar y la antigua iglesia. Varias bordas se han visto afectadas o corren peligro de quedar envueltas por el fuego.

EL DISPOSITIVO En estas condiciones, los responsables del dispositivo antiincendios organizaron ayer un importante retén para mantener el fuego a raya durante la noche y movilizaron a los bomberos voluntarios de las poblaciones cercanas.

El incendio se reparte en cuatro focos, según el responsable del dispositivo, Roque Vicente. "Dos de ellos son muy activos", subrayó. Resulta además llamativo que estos puntos se sitúan en lugares muy apartados entre sí por distancia y por altitud.

El más elevado se halla en el monte de Castanesa, en las estribaciones del Pirineo, y el más bajo, junto al pueblo de Noales. De cada uno de ellos se desprende una columna de humo que asciende en el aire y cambia continuamente de dirección, en función del viento predominante.

Laspaúles, que tiene algo más de 300 habitantes en 14 núcleos dispersos, está cerca de uno de los focos y ayer el humo cubrió a ratos la mayor parte de su término. "Ha habido muchos incendios, pero nunca uno tan grande", explicó su alcalde, Nacho Espot.

SIN VOLUNTARIOS En Laspaúles muchos vecinos se ofrecieron ayer como voluntarios para combatir las llamas. Sin embargo, el 112 parece reacio a admitir la colaboración de espontáneos, según señaló el vecino Antonio Feixa. "Puede que los mandos tengan en mente lo que pasó en Guadalarajara hace unos años y no quieran correr riesgos", dijo Daniel Grau, otro habitante de la localidad ribagorzana.

Los equipos antiincendios desplegados en la comarca son de muy distinta procedencia. Figuran equipos llegados de las comarcas aragonesas más cercanas, pero también los hay del Gobierno de Aragón y de la Diputación de Zaragoza. Del mismo modo, hay desplegados efectivos de Navarra, Cataluña, la Comunidad Valenciana y la Comunidad de Madrid, aportando hombres, material y medios para extinguir las llamas.

"Lo importante es contener el incendio y, para eso, necesitamos que el viento disminuya su fuerza", aseguró Roque Vicente. "El aire fuerte es una variable que está condicionando todo el dispositivo", resumió.

Al lugar de los hechos se acercaron ayer tanto la presidenta del Gobierno de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, como el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Modesto Lobón. El máximo responsable del departamento permanece allí, indicaron fuentes del Gobierno autonómico. "La situación mejora ligeramente, pese a que el fuego no está sofocado todavía, pero mañana se prevé que la situación climatológica cambie y permita un avance significativo para ganarle terreno a las llamas, y haya una mejora más sustancial. Contamos para ello con 3 hidroaviones que aporta el Ministerio y 8 helicópteros", apuntó Lobón.

"Los núcleos de población pueden estar tranquilos porque están protegidos y el fuego no llega a ninguno de ellos. Se han concentrado muchos efectivos en torno a ellos para evitar que lleguen las llamas", explicó, por su parte, Rudi. Las labores de extinción continúan hoy.