Si China pasa de las palabras a los hechos, la gira asiática de José Luis Rodríguez Zapatero habrá dado un decisivo empujón a la recuperación del sector financiero, su penúltima gran reforma emprendida. Los cinco mayores inversores chinos, públicos y privados, exhibieron ayer en Pekín ante el presidente español el enorme potencial económico que son capaces de movilizar poniendo cifras al compromiso adquirido el día anterior por el primer ministro, Wen Jiabao, de participar en la refinanciación de las cajas españolas.

Uno solo de ellos, la Corporación Inversora China (CIC), el principal fondo soberano, prevé disponer de unos 9.000 millones de euros, casi la mitad privados, para invertir en la reestructuración del sistema financiero si puede obtener la "rentabilidad y estabilidad" que persigue, según fuentes de la Moncloa que asistieron a la reunión a puerta cerrada. Las perspectivas de que buena parte de la inversión se lleve a cabo parecen favorables. El vicepresidente de CIC, Xie Ping, calificó de "muy acertado" el decreto de reestructuración de las cajas y se unió a los elogios de inversores y autoridades regulatorias del país asiático sobre la "confianza" que genera la economía española tras las reformas emprendidas.

La CIC concentró inicialmente su actividad en la renta fija, sobre todo en la adquisición de bonos estadounidenses. Pero desde hace unos años la ha reorientado a la renta variable y a las inversiones en el sector financiero. Aunque desde la perspectiva española la cifra pueda parecer astronómica, hay que tener presente que la Corporación dispone de 250.000 millones de euros para inversiones en todo el planeta. Si la cifra se materializa, un solo inversor aportaría más de la mitad de los 15.000 millones que, según el Banco de España, necesitará el sector para su refinanciación, haciendo prácticamente innecesaria la aportación de capital público al sector. Zapatero ya recogió 450 millones de euros para las cajas en su reciente gira por los países árabes.

PODERÍO INVERSOR El Bank of China, el cuarto del país, anunció su decisión de seguir comprando deuda española al "compartir las medidas de reforma adoptadas". En total, los cinco inversores reunidos ayer con Zapatero están en disposición de movilizar un capital de 2,46 billones de euros para colocar en todo el mundo (el doble del PIB español).

Como ya hizo el martes ante Wen, Zapatero ofreció a los ejecutivos la participación en el 49% de las acciones de AENA que saldrán a la venta y en la privatización de la gestión de los aeropuertos de Barajas y el Prat, cuya rentabilidad, dijo, podrá aumentar en un 30%. También ha puesto sobre la mesa la posibilidad que se abre con la apertura de la participación privada en la construcción de infraestructuras como el AVE. Ni sobre una ni la otra cuestión se han pronunciado sus interlocutores. Un Zapatero visiblemente satisfecho respondió en rueda de prensa que con las autoridades chinas no había abordado la espinosa cuestión de los derechos humanos porque la agenda de este viaje era "marcadamente económica". "En otra ocasión quizás", se limitó a apuntar.

Una vez concluida su estancia en Pekín, Zapatero aterrizó en Singapur tras seis horas de vuelo, donde sus máximos mandatarios escucharon también las posibilidades de inversión que ofrece España. Esta ciudad-Estado es una de las mayores plazas financieras y ocupa el tercer lugar en renta per cápita del mundo. "Se trata de que este país, con el cual han bajado los intercambios comerciales, con su potencial empiece a fijarse en España", indicaron fuentes de Moncloa. El presidente del Gobierno y fundador de la república de Singapur, Lee Kuan Yub, se declaró a Zapatero "un enamorado de Barcelona". Hoy toca reunirse con los inversores de Singapur.

Zapatero aseguró, tajante, que "no va a haber nuevas medidas de ajuste" al ser preguntado sobre el informe del FMI que sostiene que sin nuevos recortes España no podrá cumplir con el objetivo del déficit. "Los resultados de las reformas han dado lugar a la opinión cada vez más extendida de todos los analistas de que vamos a cumplir con el déficit", argumentó el presidente, para quien a partir de ahora lo que toca es llevar a cabo "medidas de estímulo" que no incluirán ninguna rebaja fiscal. El Consejo de Ministros prevé aprobar mañana el plan de regularización de la economía sumergida.