Los gestores y trabajadores de Pirotecnia Zaragozana están desolados. Visiblemente consternado, Miguel Pérez Nivela, director de Pirotecnia Zaragozana, expresó ayer su pesar por la tragedia sufrida en su empresa, que desde enero es propiedad del grupo francés Etienne Lacroix. "Lo primero es estar con las víctimas y con sus familias, no pienso en nada más", señaló en una breve conversación telefónica con este diario. "Ha sido una fatalidad", se lamentó.

El directivo, de 35 años, no quiso entrar en más detalles sobre las causas de la explosión o los daños registrados. Pérez se limitó a señalar que las Fuerzas de Seguridad que investigan el accidente "parece que tienen bastante claro la fatalidad que ha ocurrido". Tampoco quiso valorar cuál será el futuro de la compañía tras esta tragedia. "Habrá tiempo para valorarlo todo y pensar", reflexionó.

Por su parte, la Federación estatal de Industria de UGT (Fitag) exigió ayer en un comunicado la pronta puesta en marcha de una comisión de investigación que delimite las responsabilidades y las causas del accidente. Al mismo tiempo, reclamó a las administraciones un mayor control de los mecanismos de seguridad de la industria pirotécnica.