El consumo energético de la comunidad aragonesa debería llegar en un 85% de fuente renovables durante los próximos cuatro años, según destacó ayer el presidente Javier Lambán en un acto organizado en Zaragoza con motivo de la cumbre del clima de París. En una intervención titulada La trascendencia de la cumbre de París sobre la economía y la sociedad aragonesa desglosó las medidas ecologistas que figuran en su programa electoral y se comprometió "a dar cuentas de su cumplimiento" ante los aragoneses al final de la legislatura.

Invitado al foro El desafío climático ante el desarrollo sostenible mundial: las expectativas de la cumbre de París organizado por el grupo aragonés del Club de Roma y la Asociación para la Sostenibilidad y Progreso de las Sociedades (ASYPS) explicó que Aragón "quiere convertir la lucha contra el cambio climático en uno de sus desafíos de primera magnitud". Indicó que la política "con frecuencia se enreda en cuestiones alicortas" cuando existe un reto colosal, "que no sabemos cómo afrontar, como el del calentamiento global y la supervivencia del planeta". También expresó su convencimiento de que la cumbre de París "tiene que marcar una vez más la senda de toda la humanidad".

El presidente destacó entre las medidas que pretende tomar durante los próximos cuatro años el acuerdo que ha logrado la DGA con las principales empresas de la comunidad para reducir sus emisiones a la atmósfera. "Las empresas que incorporen la sostenibilidad a sus prácticas podrían ser premiadas en la contratación pública", afirmó.

En la hoja de ruta del Gobierno aragonés se encuentra igualmente el control de los llamados "sectores difusos", es decir, la supervisión directa de los gases de efecto invernadero en actividades que no lo tienen suficientemente regulado, pero que suponen un 60% de las emisiones. Citó como ejemplo la agricultura, los servicios o el consumo de energía doméstica. "Estamos hablando de medidas de control y de concienciación que serán más intensos en el mundo rural a través de la creación de un programa específico".

Sobre la cita de dirigentes mundiales de la capital francesa destacó que en esta ocasión "parece que existe un compromiso claro" en contraposición con lo sucedido en otras reuniones como la de Kioto. "Esta vez también participan las grandes economías que generan los gases de efecto invernadero", destacó Lambán. También deseó que los gobernantes tengan la osadía de tomar medidas definitivas "con fechas perfectamente marcadas en el calendario".

En las jornadas de ayer, celebradas en el CaixaForum de Zaragoza con la colaboración de CIRCE, también se analizaron las consecuencias socioecológicas de los impactos climáticos. La vicepresidenta del Club de Roma señaló que desde los años ochenta la conciencia ecológica ha sufrido una transformación "enorme" aunque también se ha generado un sentimiento de negación. El presidente de la Asociación Española de Climatología, José María Cuadrat, presentó un decálogo con el que abordar los retos que se plantean los dirigentes en París.