En el poco espacio que dejaban el dolor y la rabia, la indignación que se adueñaba de los andorranos responde la carencia de medios que, a su juicio, se han puesto para evitar esta tragedia. El pensamiento era común a muchos, pero quizá quien mejor lo exponía era Julio Villanueva, quien fuera concejal socialista de la localidad hasta hace unos años y compañero de trabajo muchos años del padre de José Luis.

«Entendemos que aquí no ha habido una buena coordinación. Si había robos de comida ya desde 15 días antes del tiroteo de Alabalate, y después han seguido, podría haber habido más control. La zona no es muy amplia», explicaba.

«No es culpa de las patrullas de esta zona, que lo hacen muy bien», aclaraba, «pero si el despliegue del jueves, que fue perfecto, se hubiese hecho tras el primer tiroteo...» indicaba, lamentando la falta de refuerzos. «Yo mismo he ido dos o tres veces a un mas que tengo cerca del de Albalate estos días, y ahora veo que he tenido la suerte de que no se hubiera metido allí. Que si no, igual me descerraja dos tiros», ilustraba.

«Aquí ha habido mucha inseguridad, sabemos que somos pocos pero creo que los pueblos pequeños deberían tener la misma seguridad que cualquier ciudad», concluía. El sentir, que ya se lleva extendiendo estos días, también motivó, según publicó Diario de Teruel, que la viuda de Iranzo le pidiese al ministro del Interior una investigación al respecto, al tiempo que le felicitaba por el establecido el jueves.