Los presupuestos prevén una contención del gasto para priorizar las políticas sociales, de empleo, vivienda, innovación y vertebración territorial. Asimismo, se mantiene un nivel de endeudamiento del 20,6% y el déficit autorizado se reduce de 250,95 millones a 218, que supone el 0,6% del PIB. Aragón podrá endeudarse prácticamente mil millones, y la deuda crecerá en 254 millones, como consecuencia de que seguirá habiendo déficit. En los presupuestos existe el compromiso de mantener el pago a proveedores por debajo de 30 días. Como en todos los presupuestos, el gasto de personal es el apartado que suma más cuantía, con más de dos mil millones de euros, y le siguen los gastos corrientes y servicios, con 822 millones de euros, además de los 1.580 millones de las transferencias corrientes que realiza el Ejecutivo autonómico a diversos colectivos y entidades por prestar servicios.

Tan solo dos departamentos ven reducido su presupuesto, y son dos de los que no tienen un contenido ni productivo ni social. Es el caso de la Presidencia del Gobierno de Aragón, que baja casi nueve puntos, y Hacienda y Administración Pública, que ve reducido su presupuesto en un punto y medio.

Por contra, es el Departamento de Vertebración del Territorio, Movilidad y Vivienda, dirigido por CHA, el que más sube, con más de un 11%. Esto forma parte de un compromiso político después de que el año anterior esta área fuera peor tratada. Otras subidas significativas, superando el 8%, son las de Presidencia, Ciudadanía y Derechos Sociales; Innovación, Investigación y Universidad y Educación.