En los últimos años, la brecha salarial entre hombres y mujeres se ha estancado e incluso ha empeorado ligeramente -del 16,3% en el 2014 al 16,4% en el 2015- y a este ritmo terminar con esta disparidad podría llevar más de un siglo. La advertencia figura en el último informe sobre igualdad entre hombres y mujeres 2017 publicado por la Comisión Europea con motivo del Día Internacional de la Mujer.

«En el 2017 hay más mujeres que nunca en el mercado de trabajo», también en política, admiten nueve comisarios en una declaración conjunta. Pero «demasiadas», «especialmente las madres de familias monoparentales, siguen teniendo dificultades para lograr su independencia económica», alertan.

La diferencia en la tasa de empleo entre hombres y mujeres en la UE alcanza el 11,9% y aumenta en función del número de hijos. Un factor que provoca a su vez que los empleos a tiempo parcial estén esencialmente ocupados por mujeres, lo que aumenta su riesgo de pobreza y exclusión. Pero si hay un ámbito en el que la brecha es especialmente visible es en los salarios. Las mujeres tendrían que trabajar 40 días más para cobrar lo mismo, e incluso en los países con mayor igualdad se alcanzan diferencias de hasta el 40%. También influye que las mujeres carguen con el trabajo en casa, con 22 horas a la semana, por 10 de los hombres.

El informe alerta también del escaso avance en la presencia femenina en los puestos directivos de las empresas.