El octavo plan Pive de ayudas a los compradores de coches ha iniciado ya el camino hacia su agotamiento, que se podría producir después del verano, según las estimaciones del sector. A pesar de que su dotación económica (225 millones de euros) era la más grande de todos los Pive aprobados hasta ahora, el elevado ritmo de matriculaciones de vehículos, con un incremento del 23,2% en julio pasado, provocará un final anticipado de los fondos. Aragón fue la tercera comunidad en la que más aumentó la venta de turismos en julio respecto al mismo mes del año pasado, con un 27,5% hasta las 2.375 unidades.

Por tercer mes durante el 2015, el mercado automovilístico español superó las 100.000 unidades vendidas al llegar a 102.922, lo que supone el mejor resultado absoluto en julio desde el 2008 y la subida más pronunciada en un mes desde el 1996. De la cifra total, 59,571 turismos fueron comprados por clientes particulares, un 18,2% más en relación con el mismo mes del 2014. El podio de los modelos más vendidos en julio siguió encabezado por el Citroën C4, que también ocupa el primer puesto en los siete primeros meses. La marca más vendida fue Volkswagen, tanto en julio como en el acumulado desde enero. En el conjunto del año, Opel es la tercera.

Los beneficiarios del Pive se localizan fundamentalmente en los clientes particulares, en los que la inmensa mayoría de los vehículos se venden con ayuda pública. Los 225 millones del Pive 8 permiten bonificar un máximo de 300.000 vehículos, por lo que teniendo en cuenta que entró en vigor en mayo es probable que se agote alrededor de octubre. "Si, tal y como se apunta desde Industria, la octava edición termina tras el verano, sería necesario tener lista la siguiente edición para no frenar las matriculaciones", afirmó Juan Antonio Sánchez Torres, presidente de la Asociación de Vendedores (Ganvam).

Hace unos días, el ministro de Industria, José Manuel Soria, admitió que el Pive 8 se agotará antes de lo previsto y avanzó que el Gobierno preparaba otro plan para el 2016. El tirón de las ventas se produce pese a que la ayuda se ha reducido de 2.000 euros a 1.500, de los que la Administración pone 750 euros y el resto, las marcas y concesionarios. Además, el Pive 8 introdujo restricciones para frenar la picaresca del mercado de coches zombi para dar a cambio del nuevo al exigir una titularidad mínima de un año y la ITV en regla.