Primero fue el encarecimiento de los combustibles; más tarde, la subida del precio de los peajes; y ahora, la supresión del gasóleo profesional, cinco años después de su creación. La última medida del Gobierno de Rajoy ha sido recibida en el sector del transporte de mercancías como "la puntilla" a la "situación insostenible" por la que atraviesa. La devolución que se percibía era de 29 euros por cada 1.000 litros, mientras que a partir de ahora se rebaja a un euro.

"Prácticamente se elimina", critica Jorge Serrano, presidente de la Asociación de Transportes Discrecionales de Mercancías de Aragón (Tradime), que calcula que la anulación de esta subvención desde el pasado 1 de enero supondrá un sobrecoste de entre 1.400 y 1.600 euros de media anuales para un vehículo pesado en transporte nacional. "Me parece horrible, nos resulta imposible repercutir los costes a nuestros clientes y no podmeos asumir estas subidas", denuncia.

Serrano cree que "un montón de empresas tendrán que cerrar", debido a que la carga se ha reducido de una manera "brutal" desde que comenzó la crisis (hasta un 40%). "Más del 88% del sector son empresas con menos de cinco vehículos, es decir, autónomos", añade. Según el presidente de Tradime en Aragón, se está trabajando en posibles soluciones para paliar la situación "porque se nos está yendo de las manos".

El gasóleo profesional es un mecanismo de ayuda para los transportistas, que reciben de forma trimestral por parte de la Agencia Tributaria una devolución de 2,8 céntimos de euro por litro consumido. Hacienda recaudará unos 300 millones de euros al año.