El año que ya se ha ido ha estado marcado por los cambios en las direcciones de algunas de las principales entidades culturales aragonesas, por lo que los próximos doce meses servirán para hacer un primer balance valorativo de los proyectos de los nuevos responsables, aunque algunos ya lleven un tiempo en el cargo y hayan dejado atisbar las líneas de su gestión.

Así, los procesos de selección de los responsables de los museos del Gobierno de Aragón están a punto de cerrarse, algunos de ellos después de situaciones controvertidas, como fue la salida de Julio Ramón del Museo de Zaragoza. Pero más allá de batallas legales, que ya son asunto del pasado, lo que importa es el futuro y el de Julio Ramón parece ligado a los designios del IAACC Pablo Serrano, mientras que los del Museo de Zaragoza quedan en manos de Isidro Aguilera y los del Museo de Huesca, posiblemente, en los de Laura Asín. También cambió de director en abril el Centro de Arte y Naturaleza de Huesca, con Juan Guardiola como titular.

Además, tienen nuevos responsables espacios como el Museo Salvador Victoria de Rubielos de Mora, con Ricardo García Prats y el Centro Buñuel de Calanda, con Jordi Xifra. Tampoco hay que olvidar, en otro ámbito, a Javier Fernández, que ha asumido la presidencia de la Asociación Aragonesa de Escritores.

En el ámbito municipal, lo más llamativo fue la elección del nuevo gerente del Patronato de Artes Escénicas, puesto para el que un jurado designó a Víctor López Carbajales, cuyos planteamientos ya se han dejado ver en estos meses y que más allá de una apuesta fuerte por «el talento local», ha tenido en la creación del Centro Municipal de Danza su fruto más palpable.

Sin salir del mundo de la danza, hay que saludar el proyecto conjunto de las compañías de Víctor Giménez, La Mov, y la de Miguel Ángel Berna, que auspiciados por la DGA plantean aunar fuerzas para constituir una futura Compañía de Danza Aragonesa que devolvería a la ciudad --junto al proyecto municipal-- a primera línea de esta disciplina.

Están pues los cimientos, y lo que se espera en el 2017 es ver algo más que la fachada de algunos de esos edificios culturales que han empezado a construirse.

CINE Y MÚSICA

Después de un 2016 marcado por el cine en nuestra comunidad -recordemos la extraordinaria cosecha creativa y de premios, con Paula Ortiz, Luisa Gavasa, Miguel Ángel Lamata, García Velilla o Saura con su Jota-, da la sensación de que el 2017 llega algo menos cargado de séptimo arte, aunque solo lo aparenta, debido seguramente a que nos hemos mal acostumbrado. Para empezar, a mitad de año se estrenará Incierta Gloria, película de Agustí Villaronga rodada en La Cartuja de Monegros y Belchite; también se han rodado en Sos del Rey Católico escenas de la serie de televisión basada en la novela La catedral del Mar, de Ildefonso Falcones, y se han visitado escenarios para llevar a la gran pantalla la novela de Juan Bolea Parecido a un asesinato. En este caso con el apoyo de la Aragón Film Commission, otro ilusionante proyecto que incluso ha traído a localizadores americanos y que también tiene que recoger cosecha este año.

En cuanto a los espectáculos, falta mucho para conocer las programaciones, pero sí se sabe que pasarán algunas de las grandes giras nacionales como las de La Oreja de Van Gogh (20 de enero), Dani Martín (11 de febrero), Raphael (25 de junio), Sabina (11 de octubre)... aunque la actuación estrella será la de un zaragozano, el rapero Kase. O, que ya ha vendido todas las entradas para la presentación de su disco El círculo en el Príncipe Felipe en marzo. Todo un bombazo.

Y volviendo a los cambios, recordar que el acuerdo entre PP y Ciudadanos conllevaba la bajada del IVA cultural del 21% al 10%. Parece que el gobierno está por la labor, salvo con el beligerante sector del cine. Ya se verá, pero eso sí significaría un importante paso adelante para el futuro de la cultura.