La accesibilidad ha sido uno de los requisitos imprescindibles del tranvía de Zaragoza casi desde que el proyecto solo estaba en papel. La colaboración con Disminuidos Físicos de Aragón (DFA) y la Fundación ONCE ha estado presente en cada paso que se ha dado a la hora de diseñar tanto el vehículo que más tarde fabricaría CAF en Zaragoza, el Urbos 3, como las paradas y las herramientas básicas para hacer uso de este medio de transporte. El resultado ya es visible y se traduce en un conjunto de elementos en los que el color, la ubicación o las señales acústicas juegan un papel decisivo para que se eliminen prácticamente todas las barreras para los futuros viajeros que tengan algún tipo de discapacidad física. Y lo que no estaba previsto se ha ido corrigiendo.

En el diseño del Urbos 3 se han seguido "tres ejes fundamentales", según destacan desde Los Tranvías de Zaragoza, que son: que sea fácil de percibir el acceso al vehículo, que la operación de validación sea sencilla y el paso esté libre de obstáculos inferiores; y, por último, que no sea necesario tener experiencia para utilizarlo.

Colores y contrastes

¿Cómo se traduce en el interior del vehículo? Por ejemplo, en los colores, como el amarillo de los pulsadores de apertura de puertas o de solicitud de parada, el rojo de los asideros, o el negro en el que se enmarca por fuera las puertas dobles por las que pueden acceder desde el andén. También el amarillo ha sido el color elegido para advertir, a la salida, del límite en el que acaba el vehículo o en el andén para indicar el espacio de seguridad que no hay que invadir. Todos ellos con un fuerte contraste cromático, con una diferenciación de 30 puntos en sus niveles de reflectancia de luz. Perfectamente apreciables con respecto al resto de colores que predominan en el vehículo.

Se han cuidado todos los aspectos al detalle. Por ejemplo, con los avisadores acústicos que habrá a bordo del tranvía y también en cada parada; en los ocho monitores del vehículo la información será visible aunque el usuario tenga una pequeña discapacidad visual; los gráficos del recorrido de la línea se mostrarán con mapas alargados en los que el tipo de letra (verdana) y el cuerpo ha sido elegido por DFA y la ONCE; o en el tipo de iluminación instalado, tanto en el tranvía como en la parada, que no es destelleante.

En cuanto al espacio disponible para usuarios que viajen con silla de ruedas, el Urbos 3 cuenta en su interior con cuatro zonas habilitadas para ellos (también para los carritos de bebé), identificadas con un pictograma y con un avisador de parada. Además la plataforma no tiene escalones ni rampas, y para evitar problemas a la salida con el hueco que queda entre el vagón y el andén, automáticamente sale un estribo que lo tapa.

Mientras, en las paradas del trazado del tranvía, además de la línea de seguridad en el andén, una franja amarilla de fuerte contraste cromático y una rugosidad que sirve para avisar a las personas invidentes, también se han incluido asientos con apoyo isquiático, avisadores acústicos y los paneles informativos (los llamados tips) en colores perfectamente visibles para usuarios con cierta discapacidad visual.

Por último, las máquinas expendedoras de billetes, para recargar tarjetas o para validarlos se han instalado a una altura idónea para que puedan ser utilizadas por los usuarios que viajen con silla de ruedas. No necesitarán ayuda. Y, por otra parte, en el caso de las personas ciegas, podrán subir a bordo con perro lazarillo.