POR

ADRIANA OLIVEROS

La joyería Tarín celebró ayer la apertura de su segunda planta en el zaragozano paseo de Sagasta. Una cita que fue un cóctel y algo más, aderezada por una charla explicativa sobre perlas australianas, concretamente sobre las de la firma Kailis, con proyección de vídeo incluida. La tarde se abrió con la llegada del gemólogo Heraclio Besada y Francisco Fernández García, distribuidor en España de las joyas de los magnates griegos de la familia Kailis, empresarios de la perla y también de unas de las langostas más caras del mundo. Como anfitriona, Fina Sancho, más conocida como Fina de Tarín, y su hija María José, que recibieron a una numerosa clientela al pie de la escalera. El empresario textil Eloy Pérez y su esposa María José Santa Eugenia, de Peresant, llegaron con sus cuñadas Charo Peral y Esther García. Por otro lado, Clara Renom, esposa del corredor de comercio Ignacio Guelbenzu, y María Dolores Moreno, grandes aficionadas al bridge . Y, un segundo después, María Victoria Montes de Jiménez Lombart, siempre vestida de Chanel, y Toya Martínez Candial, engalanada con perlas, como procedía. Para entonces, ya habían ocupado sus asientos el catedrático René Sarrat, la también catedrática Elena Bellod, con su hermana Inmaculada, Mercedes de la Rosa, directora general de Seur, el peletero Gabriel Morales y los empresarios de Mercazaragoza Cebollada y Usón, éstos últimos sin esposa. Comenzó la explicación sobre la "perla de reinas y reina de las perlas", según dijo Besada, que pasa en el mar hasta dos o tres años. Y tal baño salado abrió espacio al apetito, saciado en el cóctel. Hoy se repetirá la cita, a las ocho y sin la lupa, pero con perlas a tutiplén.