El rectorado y los grupos mayoritarios de profesorado de la Universidad de Zaragoza intensificaron ayer los contactos con los grupos de estudiantes para que se adhieran a los estatutos de la institución académica. Ofrecen un ligero aumento de su representación en los órganos de gobierno, una mayor elasticidad en la matriculación para planificar el curso y un paquete de mejoras en la atención del alumnado, pero de momento ninguno de los colectivos consultados por este diario está satisfecho con el ofrecimiento.

El Claustro, máximo órgano de gobierno formado por 207 profesores, 63 estudiantes y 30 empleados de administración, inició ayer en el Paraninfo el debate de las 386 enmiendas que se han presentado al anteproyecto de estatutos, un texto que ha cosechado las críticas de dos colectivos: los estudiantes, que consideran que su presencia en los órganos de gestión se ha recortado, y los profesores no permanentes, que piden la reconversión de sus plazas provisionales en fijas ante el peligro de perder su trabajo por culpa de la LOU, la ley universitaria vigente desde hace ya un año.

Los dos grupos afectados por el anteproyecto de estatutos mostraron ayer de forma gráfica su malestar al inicio de las sesiones, pero una vez que se empezaron a votar las enmiendas el protagonismo de la jornada se trasladó del salón de actos a los pasillos y a los despachos.

CONTACTOS El rector, Felipe Pétriz, y otros portavoces de los grupos mayoritarios de profesorado se entrevistaron con representantes de algunas asociaciones estudiantiles para acercar posturas. Los alumnos no tienen presencia suficiente para frenar los estatutos, pero en el rectorado preocupa que el nuevo marco legislativo de la universidad pueda salir adelante sin el consenso con los representantes de los estudiantes.

Los alumnos no están conformes con la reducción de su presencia en órganos como el Claustro y el Consejo de Gobierno ni con la eliminación de la tercera convocatoria de exámenes, y además critican que no se fomente el asociacionismo y que no se prevean políticas para mejorar el rendimiento académico.

LA OFERTA Desde el rectorado siempre se ha matizado que es la LOU la que obliga a rebajar el número de representantes de los estudiantes y que la tercera convocatoria es una concesión que sólo existe en el campus aragonés y que complica la organización de los centros, pero aún así lanzó una oferta: para compensar la eliminación de esta tercera posibilidad de examinarse, introducción de matrículas semestrales; y además un miembro más en el Consejo de Gobierno y algo más de representación en el Claustro (de un 21% a un 25%). Para paliar la disminución de la representatividad, propone crear un Consejo de Estudiantes, que sería un foro de negociación para cuestiones que afecten a los alumnos.

ESCEPTICISMO La oferta del rectorado y del profesorado no acaba de convencer a los estudiantes, que coincidieron en calificarla como "migajas". Para José Antonio Ruiz, de Plataforma Independiente, "la postura de la universidad es ahora algo más abierta que hace unos meses, pero todavía no estamos de acuerdo con el trato que recibimos en estos estatutos".

Manuel Moreno, de Estudiantes en Defensa de la Universidad, fue más tajante: "El pescado está vendido. Los grupos de profesorado han hecho unos estatutos a su medida y si queremos los tomamos y si no, los dejamos, como las lentejas", lamentó. Para Carlos García, de UCA, la oferta es "insuficiente".

El debate no ha hecho más que empezar. Ayer, durante casi ocho horas, se rechazaron las dos enmiendas a la totalidad de los estudiantes y se discutieron cuestiones de forma. Las sesiones continuarán hoy y durante los próximos días, hasta que se voten todas las alegaciones. Mientras, continuarán los contactos para buscar in extremis el visto bueno de los estudiantes.