El PP renunció a cobrar miles y miles de impuestos, tasas y multas por un valor superior a los 157 millones de euros --26.000 millones de las antiguas pesetas-- durante los ochos años que estuvo al frente del Ayuntamiento de Zaragoza. Así lo revela la auditoría municipal presentada la semana pasada, en la que se comprueba que la mitad de esta deuda millonaria corresponde a recibos emitidos en las dos últimas legislaturas.

Los antiguos gestores municipales también dejan otros 85 millones pendientes de cobro correspondientes a recibos de entre los años 1987 y 2002, de los que el 92% fueron emitidos durante los dos mandatos de los conservadores. Si se suman los impagados previstos para este año por el servicio de Intervención, se cerrará el ejercicio con casi 116 millones de euros facturados sin haber sido abonados. Esta cifra supone el 22% del presupuesto del 2003.

Los responsables de las arcas municipales en la era del PP siempre defendieron la necesidad de depurar recibos y achacaron las elevadas sumas económicas que fueron eliminando en sucesivas oleadas a la herencia socialista. Al acceder a la Alcaldía en 1995, se encontraron con 150 millones pendientes de cobro por impuestos, tasas y multas que se acumulaban desde la época franquista.

Los funcionarios del servicio de Gestión Tributaria realizaron una ingente tarea de limpieza de recibos heredados que ya eran incobrables, cuya suma asciende a casi 79 millones de euros.

RESPONSABILIDAD DIRECTA Aunque el PP siempre se ha sentido orgulloso de su gestión económica, ha sido incapaz de cobrar en ocho años cerca de 78,5 millones de euros --13.000 millones de pesetas-- de recibos que emitieron durante su etapa y que tuvieron que dar de baja paulatinamente.

Ante la millonaria pérdida de ingresos previstos y contabilizados cada año en los presupuestos, el equipo de funcionarios de Hacienda e Intervención que ha elaborado la auditoría municipal insta a seguir depurando el padrón, tarea iniciada por el PP en 1997. Así, apunta el estudio económico, se mejorará la recaudación y se evitará la continua y sistemática eliminación de impuestos y tasas por ser incobrables o estar mal liquidados.

Los aplastantes datos del informe económico desmontan también uno de los argumentos esgrimidos por el PP, que acusaba a sus antecesores del PSOE de no eliminar recibos con el fin de inflar artificialmente el capítulo de ingresos. La comparativa de los años 95-2002 demuestra que los recibos pendientes de cobro han superado con creces en todos los ejercicios los cien millones de euros, una cifra que políticos y técnicos saben fehacientemente que no es recuperable en su mayor parte.

La auditoría apunta, de hecho, que el 35% del dinero acumulado se acaba eliminando al cabo de unos seis años. "Por lo que hace al pendiente de cobro de ejercicios cerrados, resulta cobrado alrededor del 50% en el ejercicio siguiente y el resto hasta aproximadamente el 65%, se cobra en los cinco o seis años siguientes en los que se anulan del pendiente de cobro inicial en torno al 35%", detalla.

La importancia de estos datos reside en que la economía municipal se resiente y se ve comprometida, puesto que contribuyentes y empresas deben aproximadamente algo más del 20% del presupuesto de ingresos sin que se pueda disponer del dinero en la realidad para poder afrontar gastos e inversiones.