Los representantes de las organizaciones ecologistas que ayer se reunieron con el presidente aragonés, Marcelino Iglesias, rechazaron de forma contundente que el nuevo Estatuto de Autonomía incluya una cláusula que cuantifique en 6.550 hectómetros cúbicos la reserva hidráulica que se atribuye Aragón. Así lo explicó el director de Greenpeace España, Juan López de Uralde, tras la entrevista --de unas tres horas--, en la que también participaron representantes de ADENA, Ecologistas en Acción, Amigos de la Tierra y SEO-Birdlife.

En su opinión, incluir en el Estatuto esa mención al "blindaje del Ebro" supone "volver a los tiempos del Pacto del Agua", cuando ésa es una política que creían superada, y "puede utilizarse para seguir construyendo embalses" hasta conseguir esa cifra de almacenamiento.

López de Uralde, sin entrar en referencias sobre el derecho de Aragón al agua del Ebro, insistió en que el Estatuto de Autonomía no debería incluir ninguna cantidad de reserva, porque eso no se corresponde con la nueva cultura del agua en la que "parece" que se avanzaba desde la derogación del trasvase del Ebro.

Los ecologistas plantearon a Iglesias su preocupación por el desarrollo urbanístico en el Pirineo y por las actuaciones que está llevando a cabo Aramón --empresa participada al 50% por la DGA e Ibercaja-- mediante la figura de los convenios. Iglesias, de quien los conservacionistas entendieron que no adquirió compromisos concretos, les garantizó que Aramón no va a llevar a cabo ninguna otra actuación al menos hasta después de las elecciones, es decir, no durante el invierno.