NACIMIENTO Arcos de Jalón (Soria), prefiere no revelar su edad.

PROFESIÓN Es presentador y manager.

Locutor, presentador y manager de artistas, Tony Miranda, no ha faltado a su cita con las campanadas en Zaragoza desde el 2000.

-- ¿Cuándo dio las campanadas por primera vez?

-- En el año 2000, con el cambio de milenio. Con la de este año, las habré dado seis veces.

-- ¿Cómo fue la primera vez?

-- Fue muy emocionante y muy curioso porque, al coincidir con el milenio, tenía que hacer a la vez de presentador con esmoquin y de un ciudadano de Zaragoza de los años 40, caracterizado con ropa de la época, que lanzaba discursos sobre la historia de la ciudad. El día anterior, en las pruebas de sonido, nevaba y teníamos miedo de que si el tiempo seguía así no acudiera nadie. Pero fue un éxito, acudieron unas 6.000 personas.

-- ¿Siempre las ha presentado desde el balcón del ayuntamiento?

-- No. Desde hace dos años lo hacemos desde el escenario que se coloca en la plaza. Antes, con los zaragozanos a tus pies, era más espectacular.

-- ¿Ha confundido los cuartos con las campanadas?

-- No, porque en las campanadas de Zaragoza no hay cuartos. Así no hay confusiones. La primera vez que las presenté, todos mis compañeros de la radio estaban expectantes para ver si me confundía.

-- ¿Le ha ocurrido alguna anécdota curiosa?

-- Sí, en el 2000, cuando tenía que actuar como presentador y ciudadano de época. Como tenía que cambiar de vestuario me pegué todo el rato corriendo por el ayuntamiento de arriba abajo. En una de esas entradas, iba en calzoncillos y me encontré con el alcalde Atarés. Son gajes del oficio, le dije. Él me invitó después a un ágape con los concejales para que cogiera fuerzas después del frío que había pasado.

-- ¿Cada año acude más gente a la plaza del Pilar?

-- En Zaragoza se dan las campanadas desde el 99. Todavía es una tradición joven pero poco a poco está arraigando. Suelen acudir entre 6.000 y 8.000 personas de media. Con paciencia conseguiremos reunir a todos los zaragozanos en la plaza del Pilar.

-- ¿Cuánto le pagan?

-- El dinero no es lo importante. Dar la bienvenida del nuevo año a la ciudad es un auténtico privilegio, podría hacerlos hasta gratis. Realizo muchas presentaciones en el año pero esta es la que más valor sentimental tiene para mí.