Apoyo de la ampliación de Cerler como base de un nuevo desarrollo en los municipios de la Ribagorza Oriental. Este es el argumento que esgrimen los alcaldes de Benasque y Montanuy para la defensa de este proyecto que hace dos días recibió el visto bueno del Gobierno de Aragón y que ya avanza a toda máquina. Un proceso que tanto José Ignacio Abadías, máximo responsable del Ayuntamiento de Benasque como José María Agullana, alcalde de Montanuy, defienden por la utilización de sus "escasos" recursos como único medio para promover el desarrollo de la zona. "La ganadería está agonizando. El único motor que tenemos es el esquí", justificó Agullana ayer, unas palabras que Abadías también ratificó. A pesar de todo, ninguno de los dos quiso dar demasiada importancia a las diferentes críticas recibidas por algunos grupos ecologistas. "El destrozo es relativo. En la alta montaña, los remontes y los cables son desmontables", argumentó el alcalde de Benasque. Mientras, el responsable del Ayuntamiento de Montanuy quiso destacar que es necesario "respetar el medio ambiente y redactar estudios sobre el impacto que las obras van a tener", pero que estas críticas no pueden suponer un freno al crecimiento de la zona: "No podemos pretender que no se pueda hacer nada, necesitamos una alternativa para poder vivir", explicó Argullana.