La calle Caspe, desde Delicias hasta la calle Jaca, se cortó ayer al tráfico como consecuencia del avance de las obras de renovación de tuberías y alcantarillado que se realiza en la calle Barcelona y en otras nueve vías del entorno. Los trabajos se prolongarán durante seis meses. Hasta que finalicen las afecciones, el acceso a la zona se establece por la calle Tarazona, mientras que la parte practicable de la de Caspe se convierte en una vía de doble sentido, lo que obliga a impedir el estacionamiento en los laterales del vial.

La salida de vehículos de la calle Caspe y su entorno se hará por la de Terminillo, teniendo en cuenta que se trata de una arteria de acceso restringido en su tramo Caspe-Borja. La renovación de tuberías y alcantarillado entra de lleno en la segunda fase de las obras.

La obra, con un presupuesto de 2.064.831 euros, financiado en un 80% por la Unión Europea con fondos Feder, comenzó en mayo y tiene un plazo de ejecución de 10 meses y suponen globalmente la sustitución de 3,5 kilómetros de conducciones de alcantarillado. En total, se sustituirán 1.561 metros de tuberías construidas en hormigón durante la primera mitad del siglo XX, que han dado muchos problemas por roturas y filtraciones debido a su antigüedad. También se va a aprovechar para renovar también 2.035 metros de conducciones de abastecimiento de agua.