El Juzgado de lo penal de Teruel ha ratificado la pena de cuatro meses de cárcel para un hombre que fue juzgado por maltrato cruel a un perro, y que deberá indemnizar con cerca de 1.500 euros a la sociedad protectora que se hizo cargo del animal.

Para las protectoras de Teruel, esta condena crea un "precedente" para que "el maltrato a un animal no quede impune", aunque se muestran convencidas de que actual legislación no es "suficientemente dura".

"Consideramos que tanto la Ley de Protección Animal de Aragón como el Código Penal se quedan cortos a la hora de abordar estos delitos", asegura en un comunicado la Sociedad Protectora de Animales Amigo Mío de Teruel, por lo que piden que se endurezcan.

Lo hacen después que se haya hecho pública la sentencia definitiva por el caso de Álex, un perro que en mayo de 2012 sufrió golpes y abrasiones por todo el cuerpo que le obligarán a seguir un tratamiento de por vida.

La Sociedad cree que esta sentencia contribuye a lanzar el mensaje de que "el maltrato a un animal no puede quedar impune y que somos muchos los que estamos dispuestos a denunciar este tipo de delitos".

Alertan no obstante, de que muchas personas llaman a la organización para denunciar casos de maltrato, "y en muchas ocasiones nos sentimos impotentes de no poder hacer prácticamente nada".

Iovanka de Leonardo, portavoz de la asociación, recordaba que en este caso pidieron la pena máxima porque se han podido demostrar los daños "pero llegan muchos otros a la sociedad, de desnutrición o apaleados, en los que no es posible".

"Nuestra labor no es denunciar pero en los últimos cinco años hemos presentado cinco denuncias", y las otras cuatro han terminado en acuerdos o sanciones administrativas, asegura.

Los hechos se remontan a mayo de 2012 cuando el perro Álex, entonces un cachorro de un año, acabó en el veterinario para ser tratado de desnutrición y abrasiones por todo el cuerpo, que todavía hoy se aprecian en su piel y requieren un tratamiento especial.

Allí lo llevó la Policía Local, que lo había encontrado en el domicilio de un hombre de Teruel, farmacéutico de profesión, tras la denuncia de unos vecinos que alertaban de que habían le habían visto apaleando al animal.

Durante el juicio, el acusado explicó que ya había encontrado al animal herido y que se lo llevó a casa precisamente para tratarlo de sus heridas y cuidarlo. Respondió que las abrasiones que sufrió el animal se produjeron cuando intentó lavarlo y desinfectarlo.

La Sociedad Protectora de Animales, que ha atendido al animal desde entonces, no creyó la versión del acusado, y pidieron 21.000 euros de indemnización para cuidar del animal, que requerirá cuidados en la piel toda su vida.

La sentencia recoge también una inhabilitación especial de un año para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y que el animal sea entregado de manera definitiva a la Sociedad.

Pero la sentencia no recoge la condena accesoria que solicitó la Asociación en su recurso, que es la prohibición de tenencia o adquisición de animales durante cinco años, algo que consideran "contradictorio, que se inhabilite para comerciar con animales, al haber sido condenado por maltrato animal, pero que sí que pueda tener animales en propiedad".