La plaza del Pilar ha vivido la semana posterior a las fiestas del Pilar con una actividad inusitada. La posibilidad de hacerse una foto junto a la Virgen ha llevado hasta allí a miles de personas. Pero este aumento de los visitantes no se ha dejado sentir en las tiendas de recuerdos. "Ha habido más gente que de costumbre, es verdad, pero no se ha notado nada en las ventas", comentó ayer Andrea, que trabaja en un comercio que vende recuerdos del Pilar. La gran beneficiada ha sido la hostelería, pues las terrazas han tenido abundante clientela.