Los enterradores del cementerio de Torrero de Zaragoza denuncian que el portaféretros que utilizan en los entierros no es legal. No está homologado, a pesar de que llevan utilizando el mismo modelo desde hace 40 años. El Ayuntamiento de Zaragoza prohibió su uso la semana pasada por esta razón. Pero los trabajadores aseguran que la alternativa, utilizar andamios en su lugar, entraña todavía más riesgos.

La máquina elevadora que utilizan no cumple con los requisitos legales exigidos. "La plataforma en la que se sitúan los féretros no tiene fijaciones para evitar que salgan despedidos", explicaron desde la brigada de enterradores. Tras meses denunciándolo, el área de funerarios decisió la semana pasada limitar su uso hasta que se adquieran nuevas máquinas que cumplan los requisitos mínimos exigidos en medidas de seguridad.

Desde el Ayuntamiento de Zaragoza confirmaron que las carretillas no están homologadas. Ya se han encargado otras nuevas que sí cumplen con la normativa, pero hasta que lleguen han puesto en marcha medidas preventivas.

Según el consistorio, las máquinas sí pueden utilizarse, pero solo pueden subirse en ellas los féretros, no los operarios que tienen que desplazarse a través de los andamios. Una solución que aparentemente facilitaría su labor pero que, en realidad, aseguran, genera más problemas.

Los trabajadores explicaron que estas plataformas son inestables y que además su uso no va acompañado de las medidas de seguridad básicas como el uso de arneses o líneas de vida para evitar susto en caso de que, por un mal movimiento, se cayeran.

ANDAMIOS

Al ser móviles carecen de fijaciones a las paredes por lo que se mueven constantemente, sobre todo los días en los que el cierzo sopla con rabia. Sí que llevan Elementos de Protección Individual (EPI) como mascarillas, fajas, guantes o gafas.

Sin una máquina que eleve los féretros hasta el andamio tienen que hacer este paso "a pulso" los propios empleados. Hay que tener en cuenta que "de media un cuerpo pesa 80 kilos y la caja 40".

Los andamos exigen un montaje, desmontaje y traslado continúo, "restando tiempo a la brigada para el resto de funciones", informaron los operarios. Que no son pocas, según dicen, y con "una plantilla insuficiente". En caso de que el nicho se encuentre en la cuarta altura, es preciso utilizar el andamio o la máquina elevadora, explicaron los afectados.

A diario suele haber cinco grupos integrados por tres personas cada uno --más el conductor del coche fúnebre que les ayuda en las tareas--, que se encargan de los entierros --entre 10 y 15 cada día-- o del traslado de los cuerpos a otros nichos --"hay quitar las lápidas, vaciarlos, limpiarlos, y trasladarlos--. La plantilla total no alcanza las 30 personas.

Los trabajadores explicaron que el lunes de la semana pasada advirtieron a los encargados de que sin una máquina elevadora no iban a seguir realizando su trabajo. "Es mejor poder utilizar la máquina aunque no esté homologada que tener que levantar a pulso los féretros", explicaban. En realidad, "en este trabajo no podemos permitirnos hacer huelga y negarle a alguien el derecho a enterrar a su familiar".