La noche del 31 de octubre los pequeños se disfrazan y salen con sus bolsas y cestas de calabaza a pedir caramelos por las urbanizaciones y las casas con la proposición de ¿truco o trato?. Por otro lado, los jóvenes más mayores se disfrazan y maquillan para salir por la noche y celebrar Halloween en alguna de las muchas fiestas temáticas que se organizan en bares y discotecas. En ellas no faltan nunca una extravagante decoración y chupitos y cócteles especiales renombrados con adjetivos espeluznantes para la ocasión.

Esto sucede en Aragón y en otros puntos del planeta. Y, sin duda, las tiendas de disfraces, que son las grandes involucradas en esta celebración, aumentan su trabajo durante estos días. Algunos dependientes incluso se disfrazan y maquillan con los productos que tienen para que los clientes puedan ver cómo quedan en persona. Este año, los protagonistas de la noche de Halloween van a ser el hombre lobo y el payaso diabólico para chicos; Harley Quinn (novia del Joker de la película de Batman) y Catrina para las chicas; y los zombies como opción unisex.

Asimismo, los accesorios y el maquillaje están teniendo mucha demanda durante esta semana. «Los niños de hoy no se asustan con nada, pero les encanta ir maquillados y ponerse partes del cuerpo de látex y sangre artificial. Por eso utilizamos productos de calidad de tiendas especializadas porque hay que tener precaución con las pieles infantiles y con lo que se ponen en la cara», cuenta Susana, gerente de Disfraces Antifaz, en Zaragoza. Así lo corroboran también en la tienda de disfraces Bacanal, cuya gerente, Pilar Bolea explica que «la gente ve tutoriales por Youtube y se maquilla a sí misma. Los jóvenes aprenden y disfrutan maquillándose con la carne postiza y la sangre».

La decisión de disfrazarse o no y de cuánto involucrarse depende del presupuesto, que este año ronda entre los 10 y los 15 euros, y de la afinidad a la celebración. «En algunos colegios sí que hacen una pequeña fiesta de Halloween, pero en otros religiosos no lo celebran y los padres deciden si disfrazan a los niños por su cuenta para que se diviertan durante el puente», comenta Sara, dependienta de Imaginarium.

Además, últimamente, aparte de las golosinas, los disfraces y los complementos, también se venden cada vez más elementos de decoración para escaparates, fiestas y eventos. Al hilo de estas celebraciones, desde algunas asociaciones, tiendas y centros comerciales de todo Aragón han decidido organizar una serie de actividades en torno a la temática de Halloween durante estos días.

Talleres de cocina

Así, en la tienda Taste of America, en Zaragoza, realizan talleres de cocina en inglés para grupos reducidos de ocho personas en varias sesiones durante la semana pasada y este puente. Por su parte, el Centro Comercial Abierto de Teruel organiza la II Carrera de Halloween por el centro de la ciudad, una chocolatada y hasta un thriller para bailar padres e hijos disfrazados. El mismo ejemplo sigue también la asociación de vecinos de Delicias Manuel Viola, que organiza talleres de pintacaras, desfile de disfraces, photocall y música con pinchadiscos. Una gran variedad de actos para que nadie se quede en casa y pueda disfrutar durante este puente.

Por otro lado, la Unión de Consumidores de Aragón (UCA) establece una serie de consejos sobre la seguridad de los disfraces. Así, pide mirar la referencia del etiquetado, adquirir máscaras y pelucas con aberturas grandes para evitar asfixias, prestar atención a las garantías sanitarias de las lentillas y tener precaución al adquirir cosméticos destinados al maquillaje. Además, desde esta asociacion recomiendan elegir el producto teniendo presente la relación calidad-precio y pedir el ticket de compra para poder reclamar en caso de ser necesario.

Desde la Dirección General de Consumo del Gobierno de Aragón recordaron que los disfraces destinados a menores de 14 años se consideran juguetes y, por lo tanto, tienen que cumplir la normativa de estos productos. Así, apuntaron que los comercios, en caso de alquiler de trajes, cuentan con que este puede llegar manchado o con alguna pequeña quemadura, lo que principio no debe suponer ningún extra al usuario.