El Gobierno PP-Cs ha aprobado el entierro político de la segunda línea del tranvía de Zaragoza. El alcalde Jorge Azcón y la vicealcaldesa Sara Fernández, portavoz de Cs, cumplieron con uno de sus 50 puntos del pacto de gobernabilidad y han rubricado la liquidación del contrato adjudicado en el 2015 para elaborar el estudio de viabilidad, anteproyecto y proyecto constructivo del eje este-oeste de alta capacidad. Se finiquitará con la UTE formada por Idom y Consultoría Técnica de Proyectos por 134.603,15 euros, una resolución contractual «de mutuo acuerdo» que puede tener más consecuencias que el mero triunfo político sobre la izquierda municipal, la gran derrotada de esta decisión.

El proyecto impulsado por el PSOE con la adjudicación de este contrato en enero del 2015, a cuatro meses de las elecciones, y paralizado en dos ocasiones por el de Zaragoza en Común (ZeC) durante el mandato posterior, ahora se borra del horizonte de Zaragoza a golpe de talonario.

Se liquida con la contratista, a la que se le abonarán esos 134.603,15 euros para que dejen de hacer lo que se les encomendó hace casi cinco años. Se mete en el cajón el eje entre Delicias y San José y Las Fuentes pero, sin embargo, para el Gobierno de Azcón en realidad es un «ahorro» de «unos 500.000 euros» para no seguir perdiendo tiempo con un proyecto que, después de todo lo avanzado, ven «inviable técnica, económica y financieramente».

Este dinero corresponde a los trabajos que restaban por hacer, ya que hasta ahora se estaba trabajando en el anteproyecto. En un contrato valorado en 1.068.588 euros, se llevaban ejecutadas tareas valoradas en 437.746 euros. Y ahí es donde empieza la responsabilidad de la propia izquierda municipal. Porque este contrato adjudicado hace casi cinco años se hizo para ejecutarlo en un plazo máximo de 25 meses. En el 2017 debería haberse terminado, con tiempo suficiente para licitar, adjudicar y quizá hoy ya estaría en obras. Pero fueron sus propios tiempos, los del PSOE y ZeC en la pasada legislatura, y sus constantes diferencias los que dejaron el proyecto en manos del resultado de las urnas. Y PP y Cs solo han cumplido lo que prometieron hacer.

Solo hay una incógnita que quizá trastoque esa foto final. La capital obtuvo 700.000 euros de fondos europeos para un proyecto, Linking Zaragoza, que pretendía mejorar la conexión de la intermodal de Delicias con el resto de la ciudad, y la línea 2 estaba en esa propuesta que aceptó Europa. Aunque no condicionaba todo, ahora se apuesta por «reorientarlo» con «la posibilidad de la implantación de líneas de autobús de alta capacidad». Pero depende de que Europa lo valide o perderá esa ayuda. Además, debería haberse terminado ya, o casi, puesto que el plazo dado vencía el próximo 31 de diciembre, pero se tuvo que solicitar una prórroga porque es evidente que no daba tiempo a respetarlo.