La calle Predicadores de Zaragoza sufrirá un lavado de cara este verano cuando se acometa la renovación integral de su calzada, muy dañada por el paso de los años y los vehículos y que pide a gritos una actuación urgente. Para el Gobierno de la ciudad de PP-Cs es prioritario meter las máquinas en este vial repleto de parches, pero todavía no ha decidido si mantendrán el adoquinado o si optará por el pavimento de hormigón.

Los técnicos del área de Infraestructuras están trabajando en el listado definitivo de las calles que se incluirán en la operación asfalto y que rondarán las 50. El consistorio va a destinar 2 millones de euros y el número variará en función de las necesidades, superficie y el coste de los viales seleccionados. La que aparece como confirmada es la calle Predicadores, aunque todavía se está estudiando qué actuación se llevará a cabo y cuál será el aspecto que luzca tras las obras.

Los técnicos municipales están meditando retirar el adoquín de piedra y pavimentarla con hormigón o cumplir con los deseos de sus vecinos y mantenerlo. En caso de elegir esta última opción, se utilizaría la técnica del pavimiento asfáltico, un sistema que simula el aspecto del adoquinado mediante la impresión en caliente de unas plantillas con una trama metálica. Este método, que ya se utilizó en Espoz y Mina, salva las desventajas del adoquinado, como son su baja durabilidad y el elevado coste de mantenimiento.

Sin embargo, y aun resultando más económico, elevaría el coste previsto inicialmente, lo que podría obligar al ayuntamiento a aparcar otras calles pendientes de la operación asfalto por falta de presupuesto.

Hay que tener en cuenta que la actuación comprendería el tramo entre la avenida César Augusto y la plaza Santo Domingo, que supone 550 metros de largo y que tiene una calzada que roza los 7 metros de anchura. Solo pavimentar la calle con hormigón supondría un coste de 385.00 euros, según la estimación que hizo el servicio de Infraestructuras en los presupuestos participativos, y el metro cuadrado del pavimento asfáltico resultaría más caro.

Otro de los asuntos que están estudiando es su resistencia y durabilidad, inferior a la del hormigón. Según explicaron, este sistema alternativo resulta eficaz en aquellas vías por la que el tránsito de coches es limitado, ya que el paso de las ruedas desgasta la imagen. En el caso de Espoz y Mina, el tráfico está regulado y restringido, mientras que Predicadores soporta un gran número de coches a diario y, además, muchos de ellos pesados, como son las furgonetas de reparto del Mercado Central.

La avenida Navarra depende ahora de Fomento

El Gobierno de Zaragoza de PP y Cs quiere que el Ministerio de Fomento sea el que asuma el coste de la avenida Navarra, muy degradada y que forma parte de las promesas de los partidos políticos. Para este año solo hay disponibles 350.000 euros -gracias a una enmienda del PSOE- que darán para adecuar un tramo de aceras y renovar sus tuberías, pero los vecinos reclaman una reforma integral que iba a llevarse a cabo con la línea 2 del tranvía. Ahora que el actual equipo que dirige Jorge Azcón ha decidido enterrar este proyecto, se ha vuelto a poner en el foco del debate su reforma.

Según la responsable de Infraestructuras, Patricia Cavero, la rehabilitación se haría por fases y la primera afectaría al tramo comprendido entre la avenida Madrid y la calle Rioja, valorada por los técnicos en «unos 12 millones de euros». Esta avenida tiene 1,7 kilómetros de longitud y 40 metros de ancho y el coste total de la obra alcanzaría los 18 millones de euros, de los que no dispone la ciudad.

Las entidades vecinales se quejan

A principios de año, la concejala de Infraestructuras del Ayuntamiento de Zaragoza, Patricia Cavero, anunció públicamente que pondría a disposición de las juntas vecinales una lista de 60 calles que se proponían desde el consistorio para acometer mejoras en su asfaltado. El objetivo era que las asociaciones de vecinos y, por tanto, la ciudadanía, pudiese estudiar los viales seleccionados y añadir alguna calle que, según su criterio, necesitara reparación con más urgencia. La propuesta se hizo el 10 de enero, y el plazo de los vecinos para poder opinar sobre la elección finalizó el 20 de enero. Diez días después.

Ahora, cuando el Gobierno PP-Cs está a punto de sacar a licitación las obras de la conocida como operación asfalto -que cuenta con una partida en los presupuestos de 2 millones de euros-, algunas entidades vecinales han levantado la voz protestando por lo poco participativo que ha sido el proceso. «Apenas tuvimos tiempo para consultar con los vecinos de los barrios. Hubo juntas que sí que convocaron plenos o comisiones para decidir, pero no nos dio tiempo a estudiar la propuesta en serio». El que habla es Rafael Tejedor, de la asociación de vecinos del Arrabal, que añade: «Nos enteramos por la prensa de la propuesta. El proceso ha sido participativo al 50% y se hizo antes de que el presupuesto estuviera siquiera aprobado, por lo que era poco creíble».

En su barrio reclama que, aunque la propuesta de calles no es mala (se incluyen vías como Sixto Celorrio o Valle Zuriza que, según Tejedor, necesitaban actuación) la inversión global es «claramente insuficiente». «En otros barrios van a reparar también parques y plazas», añade.

En los demás distritos la sensación se repite. En La Almozara, Jorge Sánchez explica que en la comisión de Urbanismo de la junta de distrito se les mencionaron varias vías: Pablo Gargallo, entre la avenida Francia y Puerta Sancho; un tramo de la avenida Almozara; y Batalla de Almansa. «Haría falta alguna más, pero no queríamos rascar. Dimos el visto bueno a la propuesta y ya está».

En Delicias, José Luis Zúñiga, presidente de la asociación de vecinos Manuel Viola, explica que también han dado por buena la propuesta del ayuntamiento. «Dijimos que sí a lo que nos dijeron, aunque por supuesto que es insuficiente. Haría falta arreglar tantas…», lamenta. En este populoso distrito se van a reparar calles como la avenida Madrid, la calle Santander y Gómez Laguna, entre otras.

En la otra punta de la ciudad, en Las Fuentes, desde las entidades vecinales echan en falta algunas calles olvidadas, como Rodrigo Rebolledo. «Por donde pasa el bus está muy mal», cuenta Diego Luque. Y en Oliver, en donde el ayuntamiento ha propuesto reasfaltar vías como Alfred Nobel o Bollero, Manuel Clavero, también de la asociación de vecinos, pide que se actúe en otras como Cardenal Xavierre, «que lleva 30 años sin arreglarse».

Desde el ayuntamiento apuntan a que esta operación se repetirá año tras año, por lo que las calles que no entren ahora podrán estar en el siguiente plan, en el que esperan agrupar los años 21, 22 y 23. El proyecto actual, que se conocerá en marzo, no se sabe a cuántas vías alcanzará, pero sí que cubrirá entre 150.000 y 250.000 metros cuadrados. El consistorio quiere que sea en julio -para intentar minimizar las afecciones al tráfico- cuando comiencen las obras en las calles finalmente seleccionadas.