La presión asistencial en las unidades de cuidados intensivos (ucis) de los hospitales de Aragón sigue siendo elevada y se ha convertido en un parámetro fundamental para valorar o no los confinamientos perimetrales en función de su ocupación. Si la semana pasada ya se ampliaban las camas en estos servicios con 10 más en el Royo Villanova y el San Jorge de Huesca, este lunes se habilitaron hasta 12 recursos nuevos que se podrían usar de manera inmediata en el caso de que fuesen necesarios.

En concreto, según fuentes del Departamento de Sanidad de la DGA, seis camas se han dispuesto en el Clínico, cuatro en el Provincial y dos en el hospital de Barbastro. Asimismo, el Miguel Servet tiene capacidad para abrir hasta nueve camas más durante esta presente semana si la situación requiriera su uso.

Cada centro ha tenido que adecuar espacios que hasta la fecha eran destinados a otras tareas para poder crear estas zonas uci. En concreto, el Clínico ha ubicado las nuevas camas en la planta de Traumatología, mientras que el Provincial ha hecho lo propio en la planta de Cirugía. En el caso del Servet se han reorganizado sus cuatros ucis y otros espacios que hasta ahora prestaban una labor asistencial intermedia para dar cabida a todos recursos disponibles con respirador.

En Huesca, la dirección del hospital San Jorge ha habilitado las camas en el área quirúrgica y en la localidad de Barbastro la ampliación se ha llevado a cabo en la propia uci del centro sanitario con una reubicación de todos los puestos de ingreso.

Por último, en el Royo Villanova, en la margen izquierda de Zaragoza, se ha tenido que ocupar la zona de la antigua capilla para situar las camas extra de uci. En este espacio, donde ya no se celebraban oficios religiosos, se hizo una pequeña obra para poder adaptar los aparatos y la tecnología necesaria para dar un servicio de ingreso como si fuera una uci.

Piden traslados a Teruel / En Alcañiz y en Calatayud sus hospitales no disponen de uci, mientras que el Obispo Polanco de Teruel cuenta con nueve camas y, según los últimos datos, tiene ocupadas cinco. Precisamente la alcaldesa de la capital turolense, Emma Buj, se puso este lunes en contacto con la consejera de Sanidad de la DGA, Sira Repollés, para reclamarle, ahora que disponen «de la herramienta legal del estado de alarma», el traslado de facultativos a Teruel para poder habilitar más camas uci.

«Hay posibilidad física de instalarlas, pero el problema está en la falta de personal y el estado de alarma, en su artículo 11, dice que las autoridades competentes pueden imponer la prestación de personal que sea imprescindible para su sistema», apuntó Buj. «Con más intensivistas podremos poner más camas que, por desgracia, van a ser necesarias», insistió.

En cuanto a la respuesta de Repollés a su petición, Buj indicó que la consejera le trasladó que «están trabajando en ello» porque «comparten que el problema existe y hay que ponerle solución», apuntó. «Me fío de lo que me dice y espero que realmente se pueda resolver», añadió la alcaldesa. Buj fue más allá e incluso recalcó que poner a disposición de la DGA «todo lo que haga falta» para facilitar ese traslado de facultativos. «Si tenemos que ofrecerles alojamientos, lo haremos. Si hace falta ponerles vehículos para que venga aquí, lo haremos. Todo lo que esté en nuestras manos para dotar de facultativos al Obispo Polanco y contar con más camas», dijo. Este hospital, en concreto, arrastra también problemas de falta de personal en diferentes especialidades desde hace años, algo que se agrava ahora con la pandemia del coronavirus.

La disposición de nuevas camas uci en los diferentes hospitales de Aragón conlleva también la reorganización de plantillas. En el Miguel Servet, por ejemplo, ya hay seis anestesistas que están ejerciendo como intensivistas desde el pasado sábado y la situación puede variar conforme lo haga la presión en las ucis y se reabran quirófanos