El Partido Popular inició ayer en Zaragoza su campaña nacional de recogida de firmas en contra de los posibles indultos del Gobierno de España a los presos del procés. Una iniciativa que los populares pretenden que sea «transversal» para recoger el «malestar» de la ciudadanía con una medida que el Ejecutivo de Pedro Sánchez todavía no ha adoptado, y que busca principalmente movilizar al electorado de cara a la manifestación del próximo 13 de junio, en la plaza Colón de Madrid, contra la medida de gracia para los independentistas.

El alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, ya ha confirmado que asistirá a la protesta, como también lo hará el presidente del PP de Zaragoza, Ramón Celma, y el líder de Ciudadanos Aragón y secretario general de la formación, Daniel Pérez Calvo, «como un ciudadano más». El PP de Aragón decidirá la próxima semana cuál será su representación y, aunque desde el PAR se han opuesto a los indultos y han pedido que se respete el informe del Tribunal Supremo, ya han confirmado que esta vez no irán a Colón.

El alcalde de Zaragoza se ha convertido en un habitual de las citas de los conservadores en Madrid y se le pudo ver en primera fila junto a Pablo Casado en la marcha de los alcaldes rebeldes. Quizá por eso no ha tenido reparos en anunciar que estará en la foto de Colón, con Vox, como sí ha sucedido con otros líderes populares. En el último pleno municipal, aseguró que si finalmente se produce esta medida de gracia será «uno de los hechos políticos más relevantes en la historia de la democracia». Haciendo suyo el argumentario nacional, Azcón subrayó que la medida sería «un pago político a un chantaje para seguir durmiendo en la Moncloa».

Una idea en la que ayer incidió el secretario de Comunicación conservador, Pablo Montesinos, que además animó a los «miembros del Gobierno autonómico, concejales, alcaldes y militantes del PSOE descontentos» a estampar su firma en la campaña del PP.

El líder del PP en Aragón, Luis María Beamonte, aseguró que ha empezado «la cuenta atrás» para el Gobierno de Sánchez, que es «un proyecto agotado».

Y el presidente del PP en la provincia de Zaragoza, Ramón Celma, subrayó que «el partido se va a volcar» para que «esta injusticia no se pueda llevar a cabo». «Podrá indultar a los presos del independentismo, pero nunca podrá indultar su vergüenza», zanjó Celma. 

Mayte Pérez no se moja sobre la medida para "no alimentar la polémica"

La presidenta de Aragón en funciones y consejera de Presidencia, Mayte Pérez, evitó ayer posicionarse a favor o en contra de los indultos a los presos independentistas. Mientras el presidente Javier Lambán dejó clara su oposición a la medida de gracia antes de ser ingresado en el hospital afirmando que los presos catalanes «no solo no se han arrepentido, sino que han dicho en reiteradas ocasiones que lo volverían a hacer», Pérez esgrimió dos argumentos para evitar pronunciarse sobre el fondo de la cuestión.

En primer lugar, recordó que los indultos «son competencia exclusiva del Consejo de Ministros» y que todas las manifestaciones que al respecto se pronuncien ahora «son declaraciones preventivas porque no hay ninguna decisión tomada». Y en segundo lugar, expresó que estas declaraciones solo «buscan alimentar la polémica» y manifestó que no comparte «en absoluto la estrategia de la derecha». «La estrategia de la derecha es alimentar el independentismo y eso no lo comparto en absoluto», insistió la presidenta en funciones, que no obstante reflexionó que «cada uno es responsable de sus actos», en referencia a la preparación de la próxima manifestación en Madrid contra los indultos. Y denunció que el PP critique al independentismo «en la calle» y después «haga lo contrario para que crezca».