La Audiencia Nacional ha rechazado el recurso interpuesto por Ecologistas en Acción-Huesca contra el proyecto de embalse de Almudévar, en una sentencia en la que avala cada uno de los argumentos del Ministerio de Medio Ambiente y de la Comunidad General de Regantes del Alto Aragón a favor de las obras.

El fallo judicial fue recibido con satisfacción y alivio por los agricultores de Almudévar, que estos días celebra sus fiestas patronales. «Nosotros siempre hemos estado a favor de esta infraestructura», subrayó Antonio Labarta, alcalde de la localidad, que informó de que las obras, pendientes del drenaje y del canal de alimentación, «están realizadas al 70%».

En su resolución, la sala de lo contencioso-administrativo de este tribunal rechaza la nulidad tanto de la resolución ministerial de marzo de 2017 de aprobación del expediente de información pública de la obra, como de la de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente de noviembre de 2012 de declaración de impacto ambiental positiva.

Una por una, la sentencia, recurrible en casación, rechaza cada una de las alegaciones planteadas por los ecologistas, entre ellas la referida a la vinculación de la obra a la del proyecto de regulación de Biscarrués, en el río Gállego, desestimada finalmente por la Audiencia Nacional.

El tribunal argumenta que la declaración de impacto ambiental de la obra de Almudévar, tras un «completo» análisis de las alternativas, «tal y como legalmente se exige», no considera «indisoluble ni inseparable» un embalse respecto del otro.

Además, añade que la sentencia sobre Biscarrués se fundamentó en razones «totalmente ajenas» a las planteadas en el recurso contra las obras del embalse de Almudévar. En cuanto a una supuesta falta de viabilidad técnica y económica de la obra, la sala se ampara en informes técnicos para resaltar que el embalse se llenará «una vez exista disponibilidad hídrica», en los meses de enero a marzo, «pero no única ni necesariamente en esos meses».

También rechaza que el proyecto no tuviera en cuenta los efectos del cambio climático al afirmar que la última planificación hidrológica de la cuenca del Ebro en relación al embalse de Almudévar valora esta situación «en el balance entre las demandas del agua, en este caso de Riegos del Alto Aragón, y los recursos disponibles».

La Audiencia Nacional descarta, asimismo, que la posibilidad de que los costes energéticos derivados de la gestión del embalse recaigan en la Administración, al corresponder, según los estudios técnicos, a los usuarios en su totalidad.

 Culminar Monegros II

 Tampoco valoran la alegación basada en el riesgo de nuevos episodios de contaminación de lindano del río Gállego, al entender, de acuerdo con la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE), que afectaría no sólo al embalse de Almudévar sino a todo el sistema, «por lo que carece de sentido el planteamiento de tal cuestión».

Los magistrados se refieren a una resolución anterior en relación a esta obra para concluir que «los efectos positivos del embalse superan con mucho a los negativos, que además serían limitados al periodo de ejecución de las obras». La sentencia, que impone las costas a la asociación ecologista, es recurrible ante el Tribunal Supremo mediante casación.

La organización agraria UAGA, que se presentó en el pleito como codemandada, se congratuló de la decisión judicial y subrayó que la obra en cuestión «permitirá culminar los regadíos proyectados en Monegros II y concluir el sistema de riegos del Alto Aragón».

«Se trata de un embalse sostenible y totalmente viable», señaló, por su parte, el agricultor Jesús Labarta, responsable en Almudévar del citado sindicato. «Es una obra hidráulica que no se rige por los criterios del superado modelo franquista, sino que es respetuosa con el medio ambiente, no inunda ninguna zona habitada ni perjudica a especies de la flora y la fauna de la zona», precisó.

Chesús Ferrero, de Ecologistas en Acción, manifestó, en declaraciones a Aragón TV, que persisten las dudas sobre la viabilidad técnica, económica y ambiental del proyecto.

La infraestructura de Mularroya, en el extremo opuesto

La trayectoria judicial de Almudévar es totalmente contraria a la del embalse de Mularroya. En el caso de esta infraestructura en construcción en Valdejalón, la Audiencia Nacional dictaminó en abril pasado que la obra era nula desde el punto de vista legal ya que incumplía la normativa europea en materia de protección medioambiental hidrológica, la Directiva Marco del Agua.

Fue la cuarta sentencia contraria al proyecto con la que se respondía a las alegaciones de dos organizaciones ecologistas, Jalón Vivo y SEO BirdLife. El Ministerio para la Transición Ecológica decidió finalmente oponerse a la resolución, al igual que la empresa constructora y los regantes del Jalón.

Sin noticias de la Mesa del Agua

La Mesa de Diálogo del Agua, que integra a regantes, ecologistas y partidos políticos, se eligió por unanimidad en junio del 2020, con el fin de revisar el Pacto del Agua en lo referente a las obras pendientes de ejecución, según señaló el propio consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Joaquín Olona. 

«Estamos ante el inicio de un proceso complejo pero Aragón siempre ha sido capaz de alcanzar el acuerdo en aquellas cuestiones de las que depende su futuro”, manifestó Olona. Sin embargo, pese a haber sido creada hace más de un año, la Mesa del Agua todavía no se ha reunido. Y la realidad es que proyectos polémicos y problemáticos como Yesa, Mularroya y Biscarrués no han hecho más que contribuir a tensar las relaciones entre sus componentes.